Superando una Violación

Las agresiones sexuales resultan traumáticas para hombres y mujeres de cualquier edad. Causan un estrago emocional por toda la vida de la persona afectada, impidiéndole su desarrollo mental y emocional. Mantener el suceso en secreto no es la solución, siempre hay que pedir ayuda especializada para borrar de la mente esos recuerdos.
Superar la agresión depende de muchos factores, entre ellos: la edad, la historia familiar, su desarrollo emocional, los valores morales y su capacidad de afrontar el hecho. Pero sobre todo, del apoyo que reciba de personas a quienes les tengan más confianza. Tras una violación la persona se siente sucia y en conflicto, pudiendo llegar a tomar decisiones equivocadas.
Cuando la persona intentar por ella misma recuperar su vida anterior todo se torna difícil. Con frecuencia las víctimas de una violación sufren de por vida de crisis emocionales a causa del estrés postraumático. Como resultado, se manifiestan una serie de síntomas que dificultan su retorno a la normalidad al continuar soportando un secreto sufrimiento.
El trastorno se caracteriza por recuerdos recurrentes del evento. Y se pueden presentar en cualquier momento: insomnio, pesadillas, rechazos ante ciertas personas, cosas o lugares que les hagan recordar la agresión. También incapacidad para recordar parte del suceso, miedos exagerados, irritabilidad, ansiedad, timidez, escapes constantes de relaciones afectivas, bi-polaridad, conflictos de Pareja, celos injustificados, graves perturbaciones en su vida sexual, etc.
La liberación total de los traumáticos recuerdos del suceso para reiniciar una vida saludable y en paz depende de muchos factores. Lo más aconsejable es pedir ayuda profesional con Psicólogos especializados en modificación de memorias traumáticas. Sobre todo si se está llevando una vida llena de conflictos incomprensibles, cambios de estados de humor y se dificulta mantener relaciones estables y duraderas.
Durante la asesoría psicológica es más fácil desahogarse, porque mantener el suceso en silencio no ayuda para nada. La terapia es el primer paso para salir del túnel del trauma. Y con el auxilio adecuado se irán retomando poco a poco las actividades normales.