SIDA: La ignorancia puede ocasionarle la muerte
Bonnie Garcia
Muchas cosas han cambiado a lo largo de la historia pero otras siguen su curso, aun con los avances tecnológicos actuales. Una de las áreas que todavía presenta un reto para los humanos es la de las enfermedades; algunas de éstas tienen remedios médicos, otras pueden incapacitarnos u ocasionarnos hasta la muerte. Somos mortales pero si tenemos información a la mano podemos disminuir los riesgos y vivir un poco más.
Esto es ciertamente el caso con el virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/sida), un tema que todavía es considerado tabú por varios, incluyendo los latinos. La epidemia ocasionada por esta enfermedad nos está arrebatando a nuestras mujeres, dejándonos sin esposas, madres, hermanas e hijas. Si no nos informamos sobre el sida y sus métodos de infección, la pesadilla se vuelve más real para todos, no solamente las mujeres.
De acuerdo a un reporte de la Fundación Familiar Kaiser, el sida representa la tercera causa de muerte entre las mujeres latinas que tienen entre 35 y 44 años de edad; entre las latinas que tienen entre 25 y 34 años, dicha enfermedad representa la cuarta causa. ¡Puede ser difícil de creer, pero el porcentaje de mujeres latinas que han sido infectadas ha aumentado en un 53% en los últimos 10 años! El resultado sería muy diferente si estas mujeres hubieran estado informadas.
La triste realidad es que la mayoría de nuestras mujeres —un 63% para ser precisa—ha sido infectada a través de relaciones heterosexuales, es decir relaciones entre un hombre y una mujer. Es obvio que la enfermedad no afecta solamente a los hombres homosexuales. Por otra parte, el 35% de las latinas han sido infectadas por el uso de agujas.
Evelyn Hernández Valentino, por ejemplo, se convirtió en una víctima del sida en 1993. Dos semanas después de haberse casado, ella y su esposo se enteraron que él estaba infectado. Ante esta enfermedad fatal, ella estableció la organización no lucrativa Working Wonders en noviembre de 2000, para educar a mujeres y niños que están infectados con el virus. Yo quiero ayudarla a ella y a otras como ella. Es por eso que he propuesto una ley, la AB 568, que tiene como coautoras a las asambleístas Cindy Montañez y Nicole Parra.
La meta de la AB 568 es proteger a las mujeres de la creciente amenaza que representa el sida. Las estadísticas demuestran que un número alarmante de mujeres heterosexuales —mujeres que no participan en actividades sexuales peligrosas— están siendo infectadas y, una vez adquirido el síndrome, ellas no buscan el cuidado necesario. Parte del problema es que en ciertas comunidades las normas culturales y sociales no se prestan a una discusión franca sobre el peligro de este monstruo.
En ciertas comunidades, por ejemplo, no se discuten fácilmente cuestiones de intimidad sexual ni se critica el comportamiento sexual de los hombres. En cualquier caso, esto crea dificultades para las mujeres al momento de buscar información y ayuda. Hoy día, las mujeres que quieren ver si están infectadas tienen que movilizarse por sí mismas. Se requiere que ellas busquen un laboratorio, que pidan un examen de un proveedor de salud desconocido y que esperen —a veces hasta semanas— a que se les den los resultados.
Si queremos arrebatarle nuestras mujeres a las garras del sida no podemos perder más tiempo. La información se tiene que brindar lo más pronto posible y de preferencia al momento de visitar a su propio doctor, sin necesidad de tener que transportarse a otra clínica. La ley actualmente estipula que solamente las mujeres que buscan cuidado prenatal necesitan ser examinadas. Esto tiene que cambiar si realmente queremos brindarles información a las latinas.
Mi propuesta requiere que los proveedores médicos brinden lo siguiente a todas las mujeres que quieran un examen ginecológico, cuidado prenatal o información sobre planificación familiar: un folleto detallando el VIH/SIDA, los riesgos y métodos de infección; una descripción de la clase de exámenes disponibles para detectar el VIH/SIDA, cómo funcionan y cuánto tiempo se requiere para conocer los resultados; información sobre los costos de los exámenes y si éstos están cubiertos por Medicare, Medi-Cal u otros seguros médicos; una sección de autorización en la cual el paciente da permiso para que el examen tome lugar durante la visita médica.
¡Ya llegó la hora de armar a nuestras mujeres con más información y decirle no al sida! ¡Digamos sí a la vida y a nuestras familias!
Bonnie García es una republicana que representa al Distrito 80 en la Asamblea estatal.