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Si tus hijos duermen, aprenden Siete claves para mejorar su sueño

Los padres, amparados en este tiempo de relax, les permiten a los pequeños ver un rato más de televisión o jugar hasta altas horas. Sin embargo, el regreso a clases marca la vuelta a esa suerte de normalidad. Una estabilidad importante para que los chicos descansen las horas que corresponden y rindan en clases.

Fundamental para su salud

“Los niños tienden a dormir y despertar tarde durante el verano, esto hace que la transición al horario habitual de la escuela sea difícil”, explica el CEO de la National Sleep Foundation (Fundación Nacional del Sueño), Richard Gelula.

Según la Fundación, los niños y adolescentes de Estados Unidos no logran conciliar las horas de sueño que necesitan y, en consecuencia, su rendimiento académico es menor y son más propensos a tener problemas de comportamiento. Además de afectar su salud.

¿Cómo mejorar su tiempo de descanso? La Fundación recomienda:

Vuelve a la normalidad. Puedes ajustar las horas de sueño de forma paulatina. La idea es que tus niños se acuesten más temprano y de esta manera comiencen su día antes. Como si fueran realmente a clases.

Regula los horarios. Al hacerlo te garantizas que los chicos y adolescentes duerman lo que corresponde. Tener una hora de dormir establecida ayuda a que tus hijos descansen bien.

Ayúdalos a relajarse. Eso es importante. Cuando sea el momento de dormir puedes bajar las luces, apagar la televisión, poner música que los relaje o bien leerles un cuento o historia que los adormezca.

Cómodos. No olvides de que si la cama es incómoda o si hay, por ejemplo, sonidos fuertes, tus niños no podrán descansar como corresponde. Procura brindarles un ambiente lo más cómodo posible.

Apaga esa PC. La Fundación Nacional del Sueño descubrió que aquellos niños que tenían dispositivos electrónicos en sus piezas eran más propensos a dormirse durante la clase. Por eso, cuando sea la hora de dormir, debes evitar que tus niños miren televisión, jueguen a la computadora o vean un DVD, por ejemplo.

Cuidado con los estimulantes. No puedes pretender que tu hijo duerma si antes de acostarse le permites tomar, por ejemplo, café. Elimina todos los estimulantes al menos una hora antes de ir a la cama.

Habla con ellos. Sucede muchas veces que los padres creen que sus hijos duermen la cantidad de horas que necesitan cuando en realidad no lo hacen. La Fundación Nacional del Sueño descubrió que mientras que el 90 por ciento de los padres creían que sus hijos dormían como corresponde, más de la mitad de los adolescentes encuestados revelaban que no descansaban mucho. Por eso, charla con tus niños y si tienen problemas ve a un especialista.

¿Cuánto deben dormir?

La cantidad de horas sueño varían según las edades. Mientras más chico es tu hijo, más cantidad de horas debe descansar. De esta manera le proveerás un desarrollo saludable y armonioso.

Los bebés. De 0 meses a 2 deben descansar entre 10 horas y media a 18 horas. Parece mucho pero no lo es para ellos que están comenzando a adaptarse a su nueva vida. Desde los 2 meses al año las cosas cambian. En esta etapa pueden descansar entre 14 horas y 15.

Al año. En esta etapa las horas de descanso se normalizan más. Los niños de 1 año duermen aproximadamente 14 horas repartidas entre la siesta y la noche.

Tres años. Aquí el descanso es un poco menor. Los niños que rondan los tres años duermen 13 horas en promedio. O deberían dormirlas.

De 5 a 13 años. El ciclo se va pareciendo un poco más al de los adultos. En esta etapa de sus vidas la cantidad de horas sueño deben ser entre 9 y 11.

La Fundación Nacional del Sueño además, te recuerda que los niños no necesitan o no deberían necesitar la ayuda de los padres para dormirse. La Fundación Nacional del Sueño dice que un niño que se duerme por sí mismo podrá volver a dormirse con más facilidad si se despierta durante la noche.

“Tu presencia en la habitación del niño cada vez que éste se despierta intensifica la necesidad de tu presencia para que el niño vuelva a dormirse. Hasta los bebés que se cargan al hombro cada vez que se despiertan aprenden rápidamente a no volver a dormirse por sí mismos. Claro que hay ocasiones cuando la asistencia y el cuidado no deben negarse. Es importante que el niño reciba un mensaje claro y consistente de que la expectativa es de que se duerma sin ayuda”, subraya la Fundación.

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