Seres Tóxicos

¿Hay seres cercanos, queridos o amigos que te lastiman, se enojan contigo, tratan de dominarte, disgustarte o desanimarte con frases sarcásticas, se alegran falsamente de tu felicidad o te hacen críticas destructivas? No te preocupes, esto es completamente normal. Siempre habrá individuos en tu trabajo, entre tus amistades, o incluso en tu familia o tu pareja, que hagan comentarios y tengan actitudes que te compliquen la existencia.

CATÁLOGO

DE VENENOSOS

Sin embargo, a cualquier sujeto que te aflija con su actitud hostil, que obstruya tu crecimiento, que sea pesimista frente a tus éxitos o que ponga barreras ante tus esfuerzos por ser feliz, considéralo perjudicial en tu vida, aunque para cualquier otro individuo pueda ser inofensivo. Esta gente es peligrosa para tu salud mental, emocional y física. Si no tienes más remedio que convivir con estas personas dañinas, te conviene mantenerte alejada o sobrevivir a ellos ¡de inmediato!

CALDO DE

CULTIVO: LOS CELOS

Para la psicóloga estadounidense Lillian Glass, quien publicó un libro sobre las relaciones dañinas, “el origen de todas las relaciones tóxicas son los celos. Las envidias, los descontentos, las carencias y la falta de amor propio provocan en ellos un ansia de tener para sí mismos el éxito de otras personas”. Quien te ve como una ganadora en cualquier aspecto de tu vida y se considera a sí mismo un perdedor, siente una gran frustración que lo impulsa a sacar palabras crueles o tener comportamientos negativos hacia ti.

SALIDAS INCORRECTAS

Gran parte de tu bienestar y de tu éxito dependen de que logres mantener tu fortaleza psicológica y emocional. A veces, para poder soportar la toxicidad de otros, hay quienes recurren a la alimentación compulsiva, a los tranquilizantes o a las drogas. Pero ésta es sólo una autodestrucción inconsciente para huir de la realidad, y cuando pasan sus efectos aparentemente placenteros, el daño se agrava. Tampoco se trata de responder con violencia verbal ni física, ya que con agredir a estos individuos ponzoñosos sólo consigues convertirlos en víctimas, siendo ellos los verdaderos agresores.

ANTÍDOTOS CONTRA

LA NEGATIVIDAD

Las personas nocivas de tu trabajo pueden poner en riesgo tu desarrollo profesional, ya que puedes disminuir tu rendimiento ante los ataques continuos. Si son de tu propia familia, pueden ocasionarte un verdadero problema psicológico, pues tienes que convivir con ellos constantemente. Por lo tanto, debes aprender estas técnicas para tratar a los entes perjudiciales, que sus ataques emocionales no trastornen tu equilibrio mental ni físico, y lograr una convivencia pacífica. Según la investigadora Lillian Glass, la fórmula perfecta consiste en actuar de inmediato y afrontar lo que te molesta del otro:

Expulsa la tensión. Inhala lentamente unos segundos y exhala mientras recuerdas sus palabras o acciones nocivas, como si las expulsaras de tu cuerpo con el aire.

Mantén tu sentido del humor. Respóndele al sujeto hostil con algo divertido que lo ponga en evidencia y diviértete con su negatividad.

Usa la técnica del espejo. Actúa como si fueras un espejo y refleja la conducta del elemento ponzoñoso. Si no te deja hablar, tú ponte a ladrar. Cuando él se calle y te pregunte qué pasa, explícale que ésa es la actitud que él tiene hacia ti.

Cuestiónalo con tranquilidad. Haz que el individuo nocivo vea lo absurdo de su actitud, haciéndole preguntas que lo pongan en evidencia. Si rechaza a los gays, pregúntale: “¿conoces a muchas personas homosexuales?, ¿has convivido con ellas?, ¿alguien te odia por ser heterosexual?”.

Maneja la cordialidad. Piensa que el motivo de su conducta es la inseguridad y la falta de amor propio y aunque te parezca difícil, podrás convertir tu enojo en amabilidad y calmar asombrosamente a la fiera.

Olvida el asunto. Deja de pensar en eso, no le des más importancia de la que merece, ni permitas que te perjudique. Grita o di mentalmente frases positivas como: “¡compasión!”, “soy importante”, “mi vida es muy valiosa” y “soy feliz”.

Desengánchate. Despréndete de cualquier resentimiento que tengas por ese ser venenoso, sácalo de tu vida, no te preocupes por él, no le desees ni bien ni mal, visualiza tu separación de él y déjalo atrás.

Es importante que reflexiones en que a veces el tener continuamente estos conflictos puede deberse a que el ser tóxico eres tú y no los demás. Si es así, debes dialogar contigo misma, reconocer el problema, descubrir la raíz de tu comportamiento y dejar de amargar con tus celos a los otros.

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