Ser bilingüe te protege durante la vejez

Tenemos el pretexto que necesitabas para irte a inscribir a esas clases de francés y además una nueva manera de protegerte contra los efectos del envejecimiento. El bilingüismo parece proteger a las personas contra cambios cognitivos asociados con el declive de la edad, de acuerdo con un estudio publicado en el último número de la revista “Psychology and Aging”.

Dos idiomas piensan

mejor que uno

La lógica de que dos cabezas piensan mejor que una parece ser aplicable cuando se trata del lenguaje y la retención de procesos cognitivos con el envejecimiento.

El conocimiento aprendido y los procedimientos habituales, o lo que se conoce como “inteligencia cristalizada”, se mantienen con el envejecimiento, dice la doctora de la Ellen Bialystok, que lideró el estudio llevado a cabo por la Universidad York de Toronto (Canadá).

El bilingüismo parece proteger a las personas contra cambios cognitivos asociados con el declive de la edad, de acuerdo con un estudio publicado en el último número de la revista “Psychology and Aging”.

Sin embargo, agregó, “las habilidades que dependen del mantenimiento de la atención en una tarea, o la ‘inteligencia fluida’, declinan con la edad”, aunque el estudio demostró que esto funciona de forma diferente entre los bilingües.

Las personas que han sido bilingües la mayor parte de sus vidas tuvieron una mayor capacidad de manejar la atención frente a un grupo de tareas complejas y rápidamente cambiantes.

En el Instituto Neurológico de Montreal en Canadá, Denise Klein encuentra diferencias en el cerebro dependiendo del momento en el que las personas aprendieron un segundo lenguaje. Las personas que hablan dos lenguajes tienen una “ventaja distinta”. Desde una edad temprana, las personas bilingües son “mucho más capaces de abstraer información”.

Pruebas con bilingües

Los investigadores realizaron tres estudios para comparar el desempeño de 104 personas entre 30 y 59 años y otro grupo de 50 personas mayores entre 60 y 88 años.

A los participantes -cuya diferencia era la de ser monolingües o bilingües, luego de controlar variables como educación, conocimiento, etc.- se les sometió al examen “Simon Task”, que distrae intencionalmente a los examinados para medir el tiempo de reacción a tareas y aspectos del proceso cognitivo.

Los exámenes incluyeron condiciones congruentes e incongruentes para la selección de respuestas, donde las últimas resultan más complejas y con mayores elementos de distracción.

En los tres estudios, los bilingües de los dos grupos, jóvenes y mayores, demostraron ser “consistentemente” más rápidos para responder a las tareas, tanto congruentes como incongruentes.

Los bilingües también demostraron menor distracción con las tareas incongruentes, las que resultaron menos disruptivas para ellos en comparación con los participantes monolingües.

Procesamiento

complejo en bilingües

También se considera que el bilingüismo mejoraría el control inhibitorio, o la capacidad de desechar información “engañosa”.

Los autores proponen que la habilidad de atender a estímulos, al tiempo que se ignora información irrelevante, podría imitar el mismo procedimiento de control que ocurre cuando se usan dos lenguajes.

Evidencias de estudios psicolingüísticos demuestran que los dos lenguajes de una persona bilingüe se mantienen constantemente activos, mientras se procesa información con sólo uno de ellos.

La actividad de los dos sistemas de lenguaje requiere de un mecanismo que los mantenga separados, de modo que se pueda lograr un desempeño fluido en un lenguaje sin la intromisión del segundo.

Se considera que en este proceso funciona un control inhibitorio donde el lenguaje no relevante es suprimido por las mismas funciones ejecutivas empleadas generalmente para controlar la atención y la inhibición en la realización de tareas.

Share