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¿Se alimentan bien nuestros hijos en la escuela?

Es habitual que los niños desde pequeños se queden a tomar el almuerzo en las escuelas. Sin embargo, ¿compensamos bien la dieta escolar con la que luego toman en casa?. ¿Sabemos encontrar el equilibro para que se alimenten correctamente?

Controlar la dieta los niños no es sólo una tarea que se deba de hacer desde casa. Los más pequeños se quedan durante la semana a almorzar en los comedores escolares desde no siempre recibimos la información completa sobre el menú que se le suministra a nuestros hijos.

Es primordial saber qué es lo que comen los niños a mediodía para después complementar su alimentación durante la noche, y añadir las dosis necesarias de proteínas, hidratos de carbono y vitaminas imprescindibles para su desarrollo.

Aunque cada vez van siendo menos, no todos los centros escolares ofrecen menús nutritivos en el comedor. Según los expertos en nutrición, el error dietético más común es la ausencia de verdura, pescado y legumbres.

“Desayuna como un rey, come como un príncipe, cena como un pobre”, dice una vieja frase referente a lo que debería de ser una buena alimentación.

Los datos de la revista Consumer revelan que sólo el 41 por ciento de los colegios analizados ofrece un menú equilibrado y nutritivo, y que la información que reciben los padres sobre la alimentación en el colegio de sus hijos es, en muchos casos, insuficiente.

FALLOS

NUTRICIONALES

Sólo el 60 por ciento de los colegios estudiados se libra de cometer fallos nutricionales graves entre los que se incluye no incorporar fruta fresca al menos dos veces por semana, ofrecer postres dulces frecuentemente y el uso abusivo de postres dulces y alimentos precocinados o congelados más de dos veces por semana.

La denominada dieta latina tan aclamada por los médicos no siempre se cumple y eso ha provocado que muchos niños tengan sobrepeso, lejos ha quedado el mito de que los niños gorditos son niños sanos.

Si a ello se une la falta de ejercicio tan esencial el todas las edades lo cierto es que los niños acaban teniendo sobrepeso.

Estudios recientes han demostrado que niños hispanos en EEUU los más obesos del mundo. Este es el diagnóstico de la pediatra y dietista Claudia González, quien plantea en términos de verdadera pandemia el incremento de los índices de obesidad entre los niños latinos que viven en los Estados Unidos.

De acuerdo con los preocupantes datos que González analiza en su libro “Gordito no significa saludable”, los niños hispanos “son los más obesos de EEUU, lo que equivale a ser los niños más obesos del mundo”.

El “factor cultural” latino es uno de los principales “culpables” de esta epidemia de obesidad infantil, ya que ha creado la falsa percepción en los padres de que “un bebé o un niño de menos de cinco años que esté gordito es lindo y saludable”.

Un valor cultural determinante que ha acabado por situar en el 23,7 por ciento el índice de latinos menores de 11 años obesos en EEUU, frente al 11,8 de blancos no hispanos, según datos del 2002 de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

NIÑOS GORDOS,

ADULTOS OBESOS

Los padres, agrega González, no son conscientes de que un “niño gordito tiene hoy un 70 por ciento de probabilidades de ser un adulto obeso”. Aún más: “seis de cada diez niños latinos obesos sufren de diabetes del tipo 2”, destaca.

A su juicio, la guerra a la obesidad infantil debe llevarse a cabo también en los colegios, donde se registra un aumento perjudicial en el consumo de bebidas gaseosas azucaradas y comida basura entre los niños. “Tener alimento saludables en los colegios -apunta González- ayuda a que los niños dispongan de una mejor selección, más opciones que escoger”, aunque, recuerda, son los padres los que tienen que “planear la salud de los hijos, su alimentación diaria y la actividad física”.

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