Sácale el jugo a tu salario
La forma de gastar menos sin perder calidad de vida es actuar como un consumidor consciente. No es común que la gente nazca con esa cualidad, pero es algo que se puede aprender.
Hay que adoptar buenos hábitos
Entre los pasos importantes de ese proceso de aprendizaje figuran la adopción de hábitos tales como la preparación de presupuestos, la confección de listas de compras, la comparación de precios, el uso de cupones de descuentos, la elección de productos genéricos en lugar de marcas, y una mayor atención a las ofertas de temporada, entre otros.
El conocimiento y la información, según Patricia Woelk del Consumer Action, una organización de educación y defensa del consumidor con sede en California, “son la mejor defensa contra el bombardeo que invita a gastar fácilmente”.
En el camino hacia el “consumidor inteligente”, el primer paso es la rutina del presupuesto y el seguimiento de los gastos.
Hay gastos que se pueden eliminar
Si empiezas a guardar los recibos de gastos en alimentos y haces una lista de las compras para dos semanas, lo primero que se descubre es que uno tiene más de lo que se creía, señaló la entidad.
“Inclusive en los presupuestos más apretados hay desperdicios y dinero mal gastado que puede ser convertido en efectivo. Ese dinero extra puede venir de los gastos de bebidas alcohólicas, revistas, comidas fuera de casa o, simplemente, compras descuidadas”, explicó la experta.
Parte del aprendizaje de una mejor forma de gastar está en la comprensión de los trucos que usan los comercios para estimular el consumo.
Aunque en eso no hay nada malo (“es negocio, no filantropía”), hay que estar atentos a esas señales.
Simplemente hay que preguntarse por qué los productos están expuestos donde están. ¿Puede estar la mejor compra en esos estantes coloridos al final del pasillo? ¿Por qué los artículos rebajados están en el último estante?
Consejos prácticos
Los consejos de Consumer Action tienen varios denominadores comunes con los que da el Consumer Credit Counseling Service (CCCS), aunque son más amplios y en algunos casos obligan a una posición más activa como consumidores:
Antes de ir de compras, prepara una lista de compras y apégate a ella.
Considera los cupones de descuento antes de empezar a comprar.
Deja en tu casa a los niños y a cualquier otro acompañante impaciente y así no te distraerás.
Conoce los precios de los productos y marcas que compras regularmente. Así también sabrás cuando se presenta una oferta más conveniente.
Usa el precio por unidad (libra, cuarto de galón, etc.) para saber cuál es la mejor compra.
Compara el precio de la conveniencia: el alto costo de las comidas preparadas rara vez se justifica.
Aprende a cocinar y sobre nutrición. Luego lee los contenidos en las etiquetas. Eso será bueno para tu presupuesto y para tu cuerpo.
Aprovecha los productos estacionales: alcachofas en abril, fresas en julio, y así todo lo demás.
Ve sumando el total de tu gasto mientras compras y ténlo presente al pagar. Todos cometen errores. Y algunos supermercados dan descuentos si algún producto se marca erróneamente.
Aprovecha lo que cada negocio tiene para ofrecer. Una tienda puede tener los precios bajos, pero otro tal vez ofrezca doble cupón de descuentos. Y se puede ahorrar en los dos.
Compra productos genéricos o marcas propias de los negocios (“marcas blancas”) en productos básicos tales como harina, azúcar, sal, cloro, amoníaco y vinagre.
Compra a granel si usas mucho un producto y tienes espacio para guardarlo. En algunos comercios se paga muy poco por productos al por mayor.
Haz tus compras cada vez que puedas. Esa es una forma de mantenerse al día con los precios, y también de hacerte ver ante los comerciantes como un consumidor con dinero para gastar.
Crea un “shopping club” (club de compras) con amigos o amigas. Pueden comprar al por mayor y además turnarse para hacer las compras.
Haz tu propio plan de comidas y escribe tu propia lista de compras, inclusive si tienes una amiga que haga las compras por ti. Eres el responsable de tu propia salud.
Si sufres alguna discapacidad, haz notar en el comercio cualquier problema que encuentres. Si los estantes están muy altos, o los pasillos son demasiado estrechos, o la lista de precios está en letras muy pequeñas para ti, será muy difícil gastar tu dinero en esa tienda.