Recuperemos el Paraíso Perdido

Según las filosofías antiguas, todo hombre que nace es un nuevo Adán y toda mujer es una nueva Eva, y su destino es ser expulsados del Paraíso. En la mayoría de los Libros Sagrados encontramos que la primera pareja de humanos, creados por la Divinidad, fue expulsada de un lugar maravilloso, diseñado para ellos, incluso la Biblia permite imaginamos a los pequeños Adán y Eva jugar y divertirse en el Jardín del Edén, viviendo felizmente bajo la protección Divina. ¿Pero cuanto tiempo duro esa diversión?, ¿Cuantos años pasaron antes de que la tentación invadiera su mente?…

Inconsciencia o consciencia
Algunos psicólogos sostienen que los niños son inconscientes y por eso son felices, pero cuando son educados “aprenden a ser conscientes” y allí comienzan a ser infelices, es decir, pierden el Paraíso. Supuestamente este es el significado de la expulsión de Adán y Eva del Jardín del Edén, porque al comer la fruta del árbol de la sabiduría se concientizaron, es decir, tomaron consciencia provocando su expulsión de la inconsciencia, sumado al dolor del aprendizaje. Por esa razón, y a partir de allí, los seres humanos tenemos la carga mas pesada del mundo, ser artífices de nuestro propio destino. “El tormento es la libertad, este el problema y a la vez la grandeza del hombre”.
Los niños poseen una imaginación inconsciente que les hace valorar todo lo que tienen, son capaces de transformar una vieja caja de calzados en un hermoso carro, viviendo felizmente cada momento, los niños hacen y dicen lo que quieren, cuando quieren y como quieren. En cambio, los adultos somos conscientes y vivimos buscando esa felicidad que tuvimos en nuestra niñez, buscamos el Paraíso perdido, ese Jardín del Edén del cual fuimos expulsados. Pero para lograrlo, necesitamos el aplauso de otros adultos, intentamos ser lo que los demás quieren, buscando aprobación de nuestros semejantes, de nuestro entorno, engañando a los demás con una máscara, para que crean que somos felices, pero en el fondo los únicos engañados somos nosotros.

Amor y desamor
Los niños nacen con un enorme amor hacia sí mismos, porque en una relación normal, se sienten apoyados, atendidos, y necesitados por el entorno, los demás vienen a ellos, el amor hacia ellos fluye naturalmente, por el simple hecho de ser niños. Es la sociedad quien desactiva el amor de un niño hacia sí mismo, educándolo para priorizar a los demás por sobre si mismos, buscando el amor fuera de ellos, transformándolos en mendigos sentimentales. Cuando Jesús dice “Ama al prójimo como a ti mismo”, esta diciendo realmente, “Primero amate a ti mismo mas que a nadie, y luego ama al prójimo como te amas a ti”, o sea, vuelve a aquel Paraíso perdido donde todo el amor era para ti, porque nunca podrás amar a tu prójimo si no te amas a ti. Debemos entrenarnos para amarnos a nosotros primero, de forma que
estaremos tan llenos de amor que compartirlo se convertirá en una necesidad, esto hará que nunca dependamos afectivamente de nadie, nunca seremos mendigos de amor.

La esclavitud de tener
Cuanto menos necesitas mas tienes, esa es la realidad del ser humano, pero la sociedad impuso otros parámetros, engañándote de modo que, serás desdichado por no tener lo suficiente, la sociedad lo ha organizado de tal forma, que nunca mires vuestro propio potencial, al no amarte deseas tener “cosas” a las que amar, y esas “cosas” nunca serán suficientes. Debes aprender a tenerte, a convivir contigo, a ser feliz sin necesitar otras “cosas”. Tener un carro mejor, una casa mejor, un trabajo mejor, ¿Te hará más feliz? o estarás permanentemente preguntando: ¿Qué más me falta? Debes cambiar la esclavitud de tener por la libertad de ser, volver a ser ese niño en el Paraíso, comprender que no hay necesidad de ser más, porque ya eres suficiente, todo el mundo es suficiente. Cuando aprendas a amarte a ti mismo no necesitaras seguir a nadie, por el contrario los otros te seguirán a ti.

Nacimos libres
Cuando un niño nace su alma es limpia y pura, no es cristiano, judío, católico, musulmán, budista, hindú o ateo, no es socialista o capitalista, no hay nada escrito en el, es un papel en blanco, donde todos quieren escribir algo, donde los adultos vuelcan sus deseos y frustraciones, sus fracasos y éxitos, sus ideales y metas. Todos van llenando esa mochila que el recién nacido deberá cargar el resto de sus vida. Todos (sin saberlo o desearlo) expulsan a ese niño del Paraíso, transformándolo en un esclavo de la sociedad. Todos (sin saberlo o desearlo) desactivan ese amor que el niño tenia para si mismo, y le enseñan a no quererse, y sin amor se sentirá débil, porque el amor es alimento, es fuerza. Han pasado miles de años desde que Adán y Eva fueron expulsados del Jardín del Edén, y los nuevos Adán y Eva aun sentimos vergüenza, en nuestro interior tenemos un profundo complejo de inferioridad, de falta de dignidad, porque no haber sido capaces de cumplir con lo que nos exige la sociedad, por supuesto sino hay amor no hay responsabilidad, entonces el nuevo niño, ya adulto, aprenderá a cargar a otro con su responsabilidad, llamando: suerte, destino o casualidad a los responsables de sus fracasos, como Adán culpo a Eva y Eva culpo a la Serpiente.

Amor y respeto
Siente la alegría y el orgullo de saber que te amas, celebra que eres lo más valioso que hay en este mundo, y que no puedes prescindir de ti, Dios (o como quieras llamarlo), te ha dado una oportunidad, una vida llena de tesoros inmensos que se esconden en tu interior: la belleza, el éxtasis, la libertad, el cielo, las estrellas, el atardecer, el amanecer, las flores abriéndose, los pájaros cantando… Sólo tienes que confiar en ti mismo, que es otra forma de decir amarte a ti mismo, y cuando confías en ti mismo y te amas, entonces, obviamente, te has responsabilizado de lo que eres, seas quien seas, eso te da un poder tan fuerte sobre tu ser, que nadie podrá esclavizarte nuevamente.

Ser Feliz
Una vez un discípulo le preguntó al Rabí: ¿Cómo ser feliz?
El Rabí lo miro profundamente, y le dijo: “Estás haciendo una pregunta muy extraña, una rosa no pregunta cómo ser una rosa”

Hasta la próxima

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