Quierete Mucho que Eres Hermosa…!

Sólo el 2% de las mujeres encuestadas se considera “bella”, mientras que el 98% restante se califican como “normales”, según un estudio de la firma Dove. La sociedad actual dicta cánones de belleza que martirizan a la mujer, bajan su autoestima y le causan distintas frustraciones y grandes dolencias como la anorexia o la bulimia.

La belleza es mucho más que un rostro bonito y un cuerpo perfecto. “La mujer se debe querer tal como es, aceptar las partes menos hermosas de su físico y valorar y potenciar rasgos del carácter como la alegría, la generosidad, el sentido del humor, la paciencia, la bondad o la dignidad. Se debe huir de los estereotipos y quererse más. Es la fórmula para ser feliz”, asegura la doctora Susie Orbach, profesora de la London School of Economics.

Lejos de las universales y míticas medidas 90-60-90, cada mujer posee una belleza especial tan válida como las de cualquier otra. El concepto de belleza es tan amplio que no está sujeto ni a la perfección ni a los retoques artificiales ni a la dictadura de la publicidad y de los medios de comunicación.

El actual perfil de belleza es el de una mujer occidental. Rubia, alta, delgada, de piel blanca, óvalo perfecto, labios voluptuosos y ojos almendrados”, declara Susie Orbach. Y añade, “suman puntos si la joven posee una gran seguridad en sí misma y autoridad al mismo tiempo que se muestra vulnerable”.

Según una encuesta realizada por la firma Dove entre mujeres de 18 a 64 años, de distinta raza, religión y clase social, de 11 países del mundo se desvela que el 98% de las mujeres de todo el mundo no está conforme con su físico.

Desde España a Estados Unidos, pasando por Argentina y Brasil las mujeres afirman que en la sociedad actual existe una definición de belleza física unidimensional y muy estricta, y aseguran que la belleza no solo es un buen físico sino un conjunto de cualidades entre ellas sentido del humor, bondad, inteligencia, dignidad.

Tan sólo el 2% de las mujeres del mundo se siente a gusto con su físico y se autocalifican como bellas. El resto, el 98%, son muy tímidas a la hora de valorarse y se definen como normales, atractivas, femenina, con buena presencia o mona. No se atreven a pronunciar adjetivos como sofisticada, sexy, deslumbrante o maravillosa.

Sin embargo, según la encuesta la mayoría quiere que la belleza se coloree con el término democrático, porque es más rica y auténtica cuando se ve más allá de los estrictos cánones y se ahonda en las cualidades, caracteres y atributos personales.

La autoestima, el mejor remedio

El 42% de las mujeres afirman que cuando se sienten menos bellas se encuentran peor con ellas mismas. Peor aún: el 60% de las mujeres piensan que serían más felices si fueran más delgadas.

El 67% de las adolescentes piensa que necesita perder peso, aunque sólo el 19% padece sobrepeso. Y nueve de cada diez cree que su madre tiene una imagen insegura de su cuerpo.

A la vista de estos alarmantes resultados la doctora Orbach declara que “se debe acabar con la dictadura de la belleza, ya que cada vez son más las jóvenes que acuden a las consultas de psicólogos con problemas de autoestima que han sido capaces de dañarse su cuerpo e incluso ha pensado o intentado suicidarse”.

Un porcentaje muy alto de mujeres y niñas desarrollan una baja autoestima a causa de frustraciones sobre su aspecto, lo cual les impide alcanzar sus metas y desarrollar todo su potencial a lo largo de su vida.

Las relaciones familiares y sociales, la realización propia, el cuidado personal, ser amada y hacer lo que realmente gusta son pilares fundamentales para sentirse guapas.

La doctora Orbach recomiendan respetar una dieta equilibra. “Tomar verdura y fruta todos los días, pescado, lácteos y dos litros de agua”, concreta.

Aconseja que la ingesta de carne roja solo sea de una o dos veces a la semana y la de los huevos a tres. No deben quedar fuera de la dieta las legumbres, el arroz y la pasta. El marisco y los dulces se deben reservar para ocasiones extraordinarias.

La doctora también recomienda hacer deporte al menos tres horas semanales o caminar a paso ligero una hora al día”.

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