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¿Quieres ganar tu libertad?

Cuando se trata de conseguir que tus papás te den espacio para convivir con tus amigos, salir a fiestas o de antro y hasta que dejen de presionarte con la clásica cantaleta de “¿ya hiciste la tarea?, o la de “no sales hasta que tu cuarto esté limpio”, es frecuente que tú también respondas con argumentos tan conocidos, pero tan débiles como el que a tus amigos los dejan salir cuando quieren y que no tienen que avisar a dónde van, pero lejos de que esto te ayude a despertar la comprensión de ellos, es una muestra más de que no estás listo para salir al mundo.
Existen cientos de libros, programas de televisión o de radio que tienen un espacio dedicado a que los papás aprendan a ‘lidiar’ con sus hijos adolescentes, pero seguro que tú no tienes presente uno que te diga a ti cómo comunicarles lo que quieres, así que es importante que sepas que ellos lo que esperan de tu parte es que les des una muestra, por pequeña que parezca, de que eres capaz de entender sus inquietudes e inseguridades con respecto a los riesgos a los que puedes estar expuesto cada vez que sales.

El abc para conseguir permiso
Fuera de Blanca Nieves o Cenicienta que parecían súper felices y hasta bailaban cuando aseaban sus respectivas casas, nadie más lo es, así que es perfectamente válido que no te sea agradable cumplir con ese tipo de labores, pero, como dice la psicóloga Mariana Rivera, te conviene ver el lado positivo: “un chavo que cumple con sus tareas de higiene en el hogar conquista parte de la confianza que sus padres puedan tener en él, lo mismo ocurre con las de la escuela, pues mientras no haya quejas o regaños de por medio, tienen una gran posibilidad de que la próxima vez que quieran ir con tus amigos no haya razones para que le digan que no”.
Hay que aclarar que la meta es que incluyas estas actividades en una rutina, de nada te servirá que justo el día que quieres ir de antro te pongas al corriente, si toda la semana te la pasaste en estado de contemplación –es decir, sin hacer absolutamente nada-, ten por seguro que no vas a tener buena respuesta por parte de tus papás.
Ahora bien, si ya diste este paso rumbo al cambio y ya lograste el ansiado permiso, cumple con los compromisos que pactaste como que vas a respetar la hora de llegada, que no tomarás más alcohol de lo permitido, que darás los números telefónicos, dirección y señas de tus amigos y del lugar en el que estarás, sin olvidar traer el celular disponible para que te localicen en caso de ser necesario.
¿Tú piensas acerca de esto, que son pretextos de los adultos para tener control sobre ti? La realidad es que no es así, “lo que ellos buscan es saber que sus hijos están lejos de los peligros que ahora son tan comunes y para los jóvenes resulta difícil comprenderlo porque ven estos riesgos como algo muy lejano que a ellos no les puede pasar, y no necesariamente les va a ocurrir, pero es mejor ser precavidos, tomar todas las medidas de seguridad que nos indiquen, sin importar la edad”, afirma Mariana Rivera.

Hablen el mismo idioma
No des por válido el mito de que los padres no comprenden porque son de otras épocas. Lo creas o no ellos pasaron exactamente por lo mismo que tú, y quizá hasta un poco peor pues antes las reglas eran más rígidas, así que cuando vayas a hablar con ellos no asumas la actitud de dirigirte a alguien que no te va a entender, por el contrario, cada vez que puedas platícales de tus gustos, tus logros, déjalos que conozcan a tus amigos y dedica un tiempo para convivir con tu familia.
Lo anterior, dice la especialista, es una forma para empezar a suavizar la comunicación, de que te sigan conociendo, entiendan la manera en que vas creciendo y lo que piensas. Aunque no lo creas en poco tiempo verás que hablan de lo mismo y que les resultará más sencillo negociar y llegar a acuerdos acerca de la conquista de tu libertad.
Colaboración de Fundación
Teletón México.
#EscuelasLibresDeBullying
bojorge@teletón.org.mx

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