Que todo quede en familia

Celia Balmori Olea

Todas las parejas, en algún momento, hemos tenido diferencias que nos llevan a discutir o sentirnos disgustados con el otro. Pero ¿qué pasa cuando las compartimos con nuestros amigos y familiares y de pronto, se convierten en problemas que no podemos manejar? Pues bien, existen diversas posibilidades ante esta situación, muchas con resultados negativos que pueden llevar a la pareja hasta pensar en el divorcio. Veamos por qué.

Algunos factores asociados a la predicción de un divorcio son la cantidad y calidad de las “redes de apoyo social” con las que cuenta una pareja, y con esto nos referimos a los amigos y familiares que se encuentran dispuestos a brindar apoyo emocional, físico y financiero en los momentos de necesidad.

De acuerdo al psicólogo Jorge Luis González Quijano, mientras más personas formen parte de esta red, las posibilidades de que la pareja fracase son escasas y viceversa. “Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que si bien el consejo que se recibe de ellas para tomar decisiones puede ser positivo, es decir, cuando el objetivo es hacer crecer a la persona y resolver conflictos; también, pueden convertirse en influenciadores negativos”.

En otras palabras, cuando la influencia de una persona sea quien sea es tal, que nubla por completo la decisión de uno de los integrantes de la pareja, o solicita el apoyo reiterado de un familiar o amigo sin consultar a la pareja, es cuando esta persona se vuelve nociva para la relación, algunas veces sin darse cuenta.

Es en este último punto donde hay que tener cuidado, ya que esto constituye la tercera causa de estrés de una relación, sólo después de los factores económicos y decisiones sobre la crianza de los hijos.

A quién acudir

Involucrar a terceros en la solución de un conflicto puede ser positivo, cuando al que se le pide asesoría es un profesional calificado para desempeñarse en dicho rol, como los psicólogos o los grupos de apoyo. El hacer partícipe a nuestros seres queridos o conocidos de nuestros problemas, generalmente trae dificultades mayores que soluciones, que pueden llevarnos a perder su amistad y cariño. En este caso se debe enseñar a la pareja a saber diferenciar entre pedir asesoría profesional y pedir un consejo de amigos.

El estrés, es uno de los factores que afectan las relaciones y como cualquier otro dolor, es necesario acudir al especialista para evitar dolores de cabeza y sufrimientos posteriores.

De acuerdo al especialista, el éxito para la solución de los problemas de la pareja se encuentra en tres pasos importantes: El primero, saber comunicar y escuchar; segundo, la capacidad de negociar, aceptar, ceder y conciliar; y el tercero, cumplir los acuerdos y negociar.

Por ello, la comunicación es clave. Desarrollar habilidades para la negociación con tu pareja, es el instrumento más adecuado para aliviar el estrés en la relación y evitar que los problemas salgan de casa.

“A favor de la paz, por un México Unido”.

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