Psicologia (Ciencia) Astrologia (Pseudo Ciencia)

Durante 24 años he sido una estudiante autodidacta constante de la Astrología, no lo puedo negar más. La traigo impregnada en la piel. Estudié psicología en la Universidad pero la verdadera maestría ya la había cursado al ser sobreviviente en mi propia existencia y al escuchar las tragedias de las tantas almas que me las han compartido. He visto sufrir a tanta gente, sin excluirme. Pero lo interesante de este relato es que de tanto ver, vivir y escuchar empecé a percibir la sincronicidad de sucesos y los patrones de sufrimiento que eran el común denominador de las tantas historias: Las escenas que se repasan en la cabeza, una y otra vez. Una y otra vez. Escenas del pasado que nos hacen sentir y nos derrumban como si hubiera sucedido ayer. Todo se enciende. El dolor, el sufrimiento, el llanto, el transcurso del tiempo lento, lento. Es aquí donde llega mi tutor de vida, el que estaba destinado a introducirme a la modificación de memorias traumáticas.
Tampoco pude evitar medir los tránsitos astrológicos, no pude dejar de observar los tránsitos saturninos en todas las crisis de mis pacientes. Fue y sigue siendo impresionante. Jamás quise hablar del tema abiertamente. Solo con amigos y familiares. Me negaba a reconocer que es lo mío, es el lenguaje que entiendo. Pero más allá de su mala interpretación y uso para saber si voy a ser famoso, rico y millonario, la astrología es una fotografía de los astros, en el momento de tu nacimiento, que circundan alrededor de la tierra y el efecto de sus energías sobre, no solamente los humanos, sino de toda la naturaleza.
Jamás quise hablar del tema porque siempre la veía como fatalista, es decir, que naces con aspectos tensos, y estas predestinado a sufrir. Esto cambió, hasta hace poco, cuando finalmente entiendo que hay maneras de como cambiar tu destino. Lo que ahora conocemos como la cosmobiología.
Si bien es cierto que a través de las técnicas de Psynética puedes aprender a modificar el pasado ingrato, manifestar y a decretar. La astrología te guía los ritmos. Los momentos de hacerlo. Las lunas nuevas, para sembrar. Las lunas llenas para cerrar y cosechar. Los eclipses para corregir los caminos. Ambas son poderosas herramientas para aquellos que estén listos para abrirse al cambio. Para aquellos cuyo sufrimiento ha llegado al punto del no retorno. O cambias o cambias.