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Cuidado con los ‘salvadores’ de Ejecución Hipoteca<!--:-->

Propietarios Desesperados: Cuidado con los ‘salvadores’ de Ejecución Hipoteca

Algunas personas son timadas ante la desesperación de perder su casa.

Los propietarios que afrontan la posible pérdida de su vivienda por impago de la hipoteca pueden convertirse en víctimas de quienes prometen rescatar la propiedad frente a un proceso de ejecución hipotecaria.

El escenario es a menudo el mismo entre las víctimas: personas que, desesperadas ante la inminente perdida de su vivienda, se entregan con credulidad a las promesas de salvación de la propiedad que les prometen cartas, anuncios o páginas de internet.

La realidad es que muchos de estos anuncios no son más que promesas de timadores, según las advertencias de las organizaciones de defensa de los consumidores Consumer Action y el Better Business Bureau (BBB) y los casos investigados por la Oficina Federal de Investigación (FBI).

Así, la Fiscalía del estado de Texas actuó recientemente contra al menos dos compañías dedicadas al supuesto rescate hipotecario: Foreclosure Assistance Solutions, LLC, con sede en Florida, y Southern Residential, radicada en Houston, que anunciaba sus servicios en internet y medios de comunicación nacionales.

El FBI calificó este tipo fraude de “emergente” en la situación de crisis del mercado hipotecario sub-preferencial y el incremento de ejecuciones hipotecarias que vive EE.UU., y señaló que investiga una operación de estafa que podría afectar a víctimas en 27 estados del país.

Comúnmente, indica el FBI en su “Reporte de Fraudes Hipotecarios de 2006”, los responsables de este tipo de estafas convencen a los propietarios de que pueden salvar sus casas por medio de la transferencia de la escritura de la propiedad, y exigen el pago de cuotas por adelantado, pero el propietario termina perdiendo la vivienda.

Steve Cox, portavoz del BBB, organización que vela por la protección del consumidor, indicó que escuchan continuamente la misma historia: “propietarios de vivienda desesperados son engañados con falso sentido de seguridad por compañías deshonestas” gregó que, “desafortunadamente”, muchas personas “están perdiendo mucho dinero y sus casas a través de operaciones de rescate de ejecución hipotecaria”.

Los cargos que imponen estas compañías fraudulentas van desde cientos a miles de dólares, en muchos casos sólo por efectuar llamadas telefónicas y gestiones que el propietario puede hacer por sí mismo.

Los timadores suelen exigir a la víctima que no se comunique con el prestamista, indicando que ellos negociarán directamente con la institución hipotecaria.

En muchos casos, tras recibir el pago, el supuesto “salvador” no hace nada para detener la ejecución hipotecaria.

En otros, el título de propiedad es traspasado al “salvador” y el propietario se convierte en simple inquilino, con la promesa de que recuperará la casa en el futuro.

Al final, termina perdiendo su vivienda igualmente debido a las onerosas cuotas de mensualidad que se ve obligado a pagar.

Muchas de estas víctimas ni siquiera se enteran de que han perdido el título de propiedad.

Para evitar ser víctimas de este tipo de fraudes es de suma importancia verificar la legitimidad de cualquier compañía que ofrezca ayuda y con la que se pretenda negociar.

Algunas personas son timadas ante la desesperación de perder su casa.

Para ello, los afectados se pueden poner en contacto con la oficina local del BBB y solicitar el historial de la compañía que ofrece ayuda, así como preguntar si existen reclamaciones contra ésta.

Lo más efectivo es llamar a la oficina de la Fiscalía General (Office of the Attorney General) del estado y pedir el nombre de las organizaciones y los programas disponibles para propietarios en riesgo de perder la vivienda. Ambos teléfonos se pueden encontrar en las guías telefónicas.

El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por su sigla en inglés) es una excelente fuente para conocer las agencias locales que disponen de programas aprobados por el gobierno de EE.UU. de ayuda a propietarios que afrontan una ejecución hipotecaria.

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