Presentan en España piezas históricas de cerámica mexicana

El Museo Nacional de Cerámica de Valencia, en el este de España, acogerá desde mañana, viernes, la exposición Talaveras de Puebla. Cerámica colonial mexicana, que agrupa 49 piezas que combinan el mestizaje de la cultura mexicana con rasgos propios españoles desde el siglo XVII hasta ahora.

La muestra incluye las colecciones de los museos Franz Mayer, de Ciudad de México, y Luis Bello, de Puebla, donde las 49 piezas se combinan con otras de procedencia española que revelan la relación de ambos flujos estilísticos.

A su vez, también se exhiben seis piezas precolombinas de la cultura Mixteca y quince de la producción actual de Puebla que ha obtenido denominación de origen.

El nombre que da título a esta exposición, Talaveras de Puebla, se aplica a la loza hecha en esta ciudad mexicana que lleva una cubierta estannífera y que, cuando llegaban los españoles, se tintaba de una cerámica bruñida y con colores minerales o de plantas.

La llegada de los españoles supuso una ruptura con esta tradición, pues los ceramistas de la localidad española de Talavera de la Reina (Toledo, centro) que primero se instalaron allí aportaron el torno y el recubrimiento de las piezas con óxido de estaño que las impermeabilizaba.

En este sentido, durante un largo período de tiempo, muchos alfareros procedentes de ciudades españolas como Talavera, Sevilla o Barcelona, que se instalaban y vivían en Puebla contribuyeron a dar a conocer la moda europea que los nativos fueron reinterpretando.

Durante la presentación de la exposición, el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura, José Jiménez, explicó que esta muestra “presenta un tipo de trabajo novedoso en España” que se acerca a transmitir una “dimensión de mestizaje: algo que sale de Europa, pero que se aclimata en lo que antes era Nueva España y llega a adquirir unos rasgos propios”.

Por su parte, el director del Museo Nacional de Cerámica de Valencia, Jaume Coll, indicó que la exposición se presenta como “una representación de la importancia de la cerámica como bisagra entre dos pueblos, entre América y Europa”.

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