
Por un mayor pragmatismo mexicano en la instrumentación de la Agenda 2030
La puesta en escena de la Agenda 2030 que promovió como hoja de ruta universal el gobierno mexicano en Naciones Unidas misma que guiará las políticas de desarrollo de todos los países los próximos 13 años y les permitirá medir sus avances, tendrá su primera sesión ordinaria del Consejo Nacional hoy en la Secretaria de Relaciones Exteriores. La Contribución de los migrantes a sus comunidades de origen y destino, es una asignatura pendiente de instrumentación en las políticas públicas del Estado Mexicano.
Ante la comunidad internacional, reunida en la sede de la ONU en septiembre de 2015, el Presidente de México asumió la aplicación de la Agenda 2030 como un compromiso de Estado, mediante un Consejo Nacional, cumpliendo con esa promesa. Dicho Consejo será el mecanismo de coordinación y diseño de la estrategia nacional para la aplicación de esta hoja de ruta hacia la sustentabilidad, en el que estarán representados todos los órdenes de gobierno y sectores de la sociedad. Es una guía clara que defiende el principio más noble: mejorar la vida de todas las personas, sin dejar a nadie atrás.
Es vanguardista porque ubica al desarrollo como el epicentro para mejorar las condiciones de vida de todas las personas y no en evaluar únicamente el crecimiento económico de los países. Lo que representa un cambio de paradigma, al reconocer que la superación de la pobreza, la generación de bienestar y la protección del medio ambiente están estrechamente vinculadas. Es universal, ya que se trata de una hoja de ruta que deben seguir todos los países. Pero, sobre todo, es una agenda con un sello profundamente mexicano.
México impulsó decididamente temas prioritarios, con base en los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo: la medición multidimensional de la pobreza, el reconocimiento de las aportaciones de los migrantes al desarrollo, la inclusión como eje rector de las nuevas metas y la igualdad de género.
Además de su papel protagónico en la negociación de este marco de desarrollo, se ha posicionado como país líder de su instrumentación. Fuimos el primer país en el mundo en presentar nuestra revisión nacional voluntaria ante el Foro Político de Alto Nivel de la ONU, mecanismo global de seguimiento de la Agenda.
En su calidad de presidente, México será responsable de llevar las conclusiones y recomendaciones al Foro Político de Alto Nivel, en julio de este año. Presentaremos la posición regional, así como las aportaciones de América Latina y el Caribe al resto del mundo.
Además del compromiso global, tenemos un deber con los mexicanos.
Sin embargo, aunque el Congreso Mexicano comparte esta visión por lo que estos esfuerzos legislativos y de la diplomacia económica se prevé impacten en el bienestar de las familias, la actividad económica y la generación de empleos, aún no se establece una hoja de ruta legislativa concerniente a la contribución de los migrantes a sus comunidades de origen y destino, lo que reclama una mayor corresponsabilidad del Estado Mexicano que traduzca en políticas públicas los compromisos internacionales asumidos por nuestro país, para lograr que la mejor política exterior, sea la que se instrumente al interior.