¿Por qué me enfermo?

La causa de todas las enfermedades, son conflictivas que no fueron resueltas en su momento ante la persona indicada. Son la suma de los remordimientos o resentimientos acumulados, que se han grabado en nuestro cuerpo, como recordatorios de esas crisis emocionales que no quisimos, no pudimos o no supimos cómo resolver a tiempo.
Están ahí, esperando como un reconocimiento a nuestras equivocaciones. No podrán ayudarnos cuando el agobio nos impulse a solicitar el perdón, porque los perdones nunca eliminarán las conflictivas. Nadie nos acusa, nos culpamos a nosotros mismos. Y las enfermedades seguirán ahí, esperando por nosotros, para convencernos de que hemos dejado un conflicto sin una compensación.
La curación de las enfermedades solo nos proporcionará momentos de espera, de aparente liberación, mientras nos decidimos a hacer un recuento de nuestras culpas. Hemos lastimado a mucha gente pensando que lo merecían. Hemos olvidado a muchos que nos amaron, pensando que ya no eran indispensables. Hemos robado la alegría de muchos otros, pensando que no la necesitaban. Hemos vivido un mundo hecho a nuestra imagen y semejanza.
Somos la causa y razón de todo aquello que nos acontece. Nuestros pensamientos, sentimientos y acciones negativas se han memorizado en alguna parte del cuerpo, tanto en el interior como en nuestro exterior. Lo que hemos vivido en nuestras vidas, de alguna forma se ha quedado impactado en nuestras células. Somos por lo tanto, un libro viviente que trae escritas muchas experiencias, muchos errores de los que no aprendimos nada.
Todas nuestras enfermedades provienen de un conflicto emocional no resuelto. Y estamos aquí en la Tierra precisamente para evolucionar, enfrentar y resolver nuestras conflictivas internas. No existe otro propósito. No estamos aquí para ser felices o infelices, únicamente para adquirir experiencia y evolucionar a base de caer y levantarnos.
Nos facilitaron un Cuerpo y dos personalidades, una en cada hemisferio cerebral, para tener capacidad de análisis. El Cuerpo nos sirve para movernos en un medio físico, pero este Cuerpo también piensa y siente muy aparte de las otras dos. Somos seres trinos en nuestra expresión, y por lo tanto muy complejos.
Solo conocemos una parte infinitesimal de nosotros mismos. Desconocemos nuestro complejo mundo interno, por haber vivido fascinados con las luces de bengala de nuestra realidad externa. Hemos ignorado el maravilloso Cosmos que llevamos dentro. Por lo tanto, podemos suponer que sea cierto lo afirmado por los estudiosos de las disciplinas herméticas: “Como es el macrocosmos galáctico, así esta construido el microcosmos celular y viceversa”
Somos un TODO CÓSMICO que se ha creado a sí mismo, para poderse conocer y comprender. Y para descubrirnos a nosotros mismos, debemos aprender a fundirnos en la conciencia de ese TODO. Pero nos ha dado pánico investigar en los misterios que encierra nuestra naturaleza, y hemos perdido un tiempo precioso siendo unos perfectos desconocidos para nosotros mismos.
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