Piñatas “actualizadas” ganan concurso en México
Tres piñatas con diseños poco tradicionales ganaron el sábado la primera competencia que se hace en México de las coloridas esferas que se hacen tradicionalmente con papel, pegamento y una olla de barro.
Esta tradición de las fiestas navideñas de México está cada vez más olvidada por la compra de objetos de importación que llegan desde Estados Unidos, como los árboles de Navidad y el muñeco de Santa Claus.
Por ello, los organizadores del concurso dijeron que las 71 piñatas que participaron representaban un intento de defender las tradiciones culturales de este país.
“Creo que el artesano mexicano (de piñatas) siempre está en constante evolución y uno de los objetivos y principios de este museo es fomentar todo esto”, manifestó Walther Boelsterly, director del Museo Nacional de las Artes Populares, que patrocinó la competencia y entregó premios por 15.000 pesos (1.375 dólares) a 5.000 pesos (465 dólares) para los tres primeros ganadores.
Una de las piñatas ganadora tenía forma de pavo, la otra tenía la forma de una mujer de Oaxaca vestida con un traje tradicional, y la tercera era como un colibrí.
El único requisito era que todas las figuras tuvieran como corazón de la piñata una olla de barro, que por lo general se le rellena con caramelos, cacahuates y frutas y con unas cuerdas se les cuelga cerca del techo. Las piñatas son quebradas por niños, que las golpean con palos hasta romper las ollas. Tenían también que estar decoradas con papel multicolor.
Durante siglos, las piñatas mexicanas llevaban diferentes tipos de decoraciones, pero siempre tenían la misma forma: una esfera formada por la olla de barro cocido, recubierta por papel aluminio y con siete conos puntiagudos que sobresalían, que también estaban recubiertos con caudas de papel, que hacían semejar a una estrella.
Los siete conos representaban los siete pecados capitales, y la piñata llevaba un mensaje religioso: al romper los conos, los feligreses anulaban simbólicamente los pecados antes de la temporada navideña.
Si bien las piñatas fueron diferentes, casi no hubo versiones modernas de la estrella de picos en el concurso del sábado. Entre los diseños que se atrevieron a innovar las imágenes, se pensaron en zanahorias, peces, pollos e incluso al diablo.
“Cuando convocamos al concurso, le gente decía vamos a hacer nada más piñatas tradicionales, y yo decía, ‘no, lo que tenemos que hacer es para que le gente tenga la suficiente imaginación y que vayamos acercándonos más a nuestras raíces”’, manifestó Boelsterly.
En los últimos años, la popularidad de los personajes de dibujos animados y de películas -principalmente de Estados Unidos- ha inspirado a los vendedores a crear piñatas de todas las formas, desde el Hombre Araña, hasta Shrek.
Pero la mayor parte de esas piñatas son de cartón y no tienen en su parte central la olla de barro, por lo que son difíciles de romper, dijo Boelsterly.