Pequeñas Empresas, el corazón de nuestra Economía

Pequeñas Empresas, el corazón de nuestra Economía

Small Business the Heart of Our Economy

El Bar Red Barn en Palm Desert ha sido el centro de atención durante la última semana, debido a su forma única de protestar contra la mala respuesta del gobernador a la crisis económica actual, debido a las órdenes de refugio en el lugar dadas por él hace más de sesenta días.
California ya está abrumada por su enorme población de indigentes. A esto se suman los miles de reclusos que han sido liberados de prisión, y la política de “fianza cero,” que al parecer ha permitido a los criminales volver a delinquir en cuestión de días o incluso horas de su liberación. Si las máscaras funcionan como dicen, ¿por qué no hacer que los reclusos las usen en lugar de liberarlos para “reducir la población carcelaria y disminuir las posibilidades de contagio”? Y si las máscaras no funcionan, ¿por qué los ayuntamientos las hacen obligatorias para que las personas puedan entrar a los negocios?
Las pequeñas empresas son el corazón de nuestra economía, ya que emplean a miles de personas que confían en esos trabajos para proveer para sus seres queridos. Si California no sigue a los más de treinta estados que ya están abriendo, el impacto económico podría ser peor que el propio Coronavirus. Varias empresas ya se han declarado en bancarrota e incluso algunos restaurantes en cadena han anunciado su cierre permanente; pero esto no parece un problema o una prioridad ni para el gobernador Newsom ni para los legisladores de la supermayoría.
John Labrano, propietario del Red Barn, dijo que fue amenazado por el Estado, y es por eso por lo que decidió mantener su negocio cerrado. Declaró además que, aunque no tiene una educación formal, tiene el derecho como estadounidense de ganarse la vida cuando las principales tiendas continúan operando.
El propietario de la pequeña empresa llamó la atención nacional por mostrar las palabras “¡Salva trabajos! Cuelga a un político» y «Friéguese mi gobernador. Somos esenciales,” en el techo de su edificio. Anunció que abriría el fin de semana pasado, independientemente de las órdenes del gobernador. Después de la tan bien recibida cobertura de los medios de comunicación, se le presentó con algunos documentos del Estado que amenazaban con cerrar su negocio permanentemente si no cumplía.
La reapertura del Red Barn se convirtió en una “protesta pacífica, y, aunque la gente no se les permitió en el interior, fueron atendidos por el propietario de Little bar y Red Barn. Se entregaron objetos de recuerdo a la multitud, mientras que varios conductores tocaban la bocina al pasar, en apoyo al propietario del negocio.
“Oficialmente me gustaría abrir hoy, pero he sido amenazado física y emocionalmente por el Estado. Si esta es la tierra de los libres, ¿por qué no soy libre de abrir mi negocio? “ Labrano cuestionó.
“No soy una bebedora y nunca voy a bares, pero prometo que seré la primera en la fila cuando este negocio se abra de nuevo. Una vez más, nuestro tirano gobierno de California ha mostrado sus verdaderos colores. Esto ya no se trata de seguridad pública, sino de control, y si nosotros el pueblo no nos defendemos, y si no nos apoyamos mutuamente, entonces estaremos condenados para siempre,” dijo América Figueroa, residente de Indio y candidata a la Asamblea estatal.

 

The Red Barn Bar in Palm Desert has been in the spotlight for the past week due to their unique way of protesting the governor’s poor response to the economic crisis we are currently facing, due to the shelter-in-place orders given by him over sixty days ago.
California is already overwhelmed by its huge homeless population. Added to that, are the thousands of inmates that have been released from prison, and the ‘zero bail’ policy, which reportedly has allowed criminals to reoffend within days or even hours of their release. If masks work as they say, why not have inmates wear them instead of releasing them in order to “reduce jail population and decrease the chances of contagion”? And if masks don’t work, why are cities making them mandatory to allow people into businesses?
Small businesses are the heart of our economy, since they employ thousands of people who rely on those jobs to provide for their loved ones. If California doesn’t follow the more than thirty states already reopening, the economic impact could become worse than the Coronavirus itself. Several businesses have already declared bankruptcy and even some chain restaurants have announced their permanent closure; but this doesn’t seem as a problem or a priority to neither governor Newsom nor the supermajority legislators.
John Labrano, owner of the Red Barn, said he was threatened by the State, and that is why he decided on keeping his business closed. He stated that he doesn’t have a formal education but has the right as an American to earn a living when major stores continue to operate.
The small business owner caught national attention for displaying the words “Save Jobs! Hang a politician,” and “S**k my governor. We are Essential,” on the roof of his building. He announced he would be opening last weekend, regardless of the governor’s orders. After the much-received media coverage he was served with some documents from the State threatening to shut down his business permanently if he did not comply.
The reopening of the Red Barn turned into a peaceful “protest, and even though people were not allowed inside, they were catered by the owner of Little bar and Red Barn. Memorabilia items were handed out to the supporting crowd, while many cars driving by were honking their horns in support of the small business owner.
“I would officially like to open today, but I’ve been threatened physically and emotionally by the State. If this is the land of the free why am I not free to open?” Labrano questioned.
“I am not a drinker and I never go to bars, but I promise I will be the first in line when this business opens up again. Once again, our tyrant California government has shown its true colors. This is no longer about public safety, but about control, and if We the People do not fight back, and if we do not support each other, then we’ll be doomed forever,” said América Figueroa, a resident of Indio and candidate for State Assembly.

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