
¡Para Una Vida Feliz..!
La clave de la felicidad, radica en pretender o imaginarnos que ya tenemos todo lo que siempre hemos deseado aunado a lo que sí tenemos, y luego decidirnos a ser felices con ello. La felicidad es tan sólo una decisión personal que nace del agradecimiento a la Vida. Y siempre tendremos motivos para vivir agradecidos con ella por lo poco o mucho que recibimos.
La felicidad radica en poder seleccionar los momentos más felices y borrar los que son innecesarios. Nuestro carácter es el resultado de una colección de recuerdos felices y desdichados. Aprender a olvidar y perdonar es un arte que no nos enseñaron, pero debemos olvidar lo intrascendente de los sucesos y perdonarnos por haberlos exagerado. Y sólo cuando hayamos logrado integrar este concepto a nuestra filosofía del diario vivir llegaremos a descubrir quienes somos en realidad. Entonces nuestra conducta será cuestión de elección entre actuar o reaccionar, para luego adquirir la responsabilidad de lo elegido.
A pesar de los afanes y orgullos del ser humano, él no es ni su educación ni sus posesiones. Todo lo que se presenta a su mente es tan solo una proyección de sus recuerdos, sus fantasías y sus temores. Sin embargo, somos algo más que el cuerpo físico y sus aparentes necesidades. Somos la coagulación de nuestros propios pensamientos e infinitas posibilidades.
Pero nos imaginamos con necesidades superfluas, y entramos en crisis por la dificultad de aquello que no podemos obtener. Eso nos roba la paz, agita los sentimientos y vibramos negativamente. De ese modo permitimos que otros se agiten contra nosotros, perdiendo la oportunidad del diálogo conciliatorio y una posible concordia.
Nuestra mente tiene un poder grandioso y lo hemos abandonado para llenarnos de cosas. Los pensamientos tienen alas y los mantenemos encerrados en una prisión de oro. Somos reyes absolutos en nuestro imperio y nadie externo tiene autoridad para impedirnos nada. Tenemos la capacidad de elegir entre la felicidad o el sufrimiento. La vida nos dio el regalo del libre albedrío, pero nuestros deseos insatisfechos nos abruman y caemos en la depresión y la angustia esperando ser liberados por la presencia de un ‘salvador’.
Nos angustia la supervivencia porque hemos exagerado nuestros faltantes. La verdad es que hemos escogido una vida complicada llena de necesidades absurdas e inútiles. Sólo alguien con un pensamiento obsesivo se inventa carencias y se llena de aparentes problemas de difícil solución. De esa forma se afirma aún más en su conflicto. Los problemas no son lo que pretenden ser, son retos hechos a la justa medida de nuestra inteligencia para enfrentarlos y resolverlos. La Vida no le envía un reto a quien no puede con él. Del tamaño del conflicto, así es el potencial que tenemos para enfrentarlo y resolverlo.
Dentro de todo conflicto hay una lección, una moraleja que debemos descubrir para ir avanzando en el camino de la evolución. Los conflictos que se generan durante las relaciones humanas no existen en el exterior de los contendientes, sino dentro de sus mentes. Las diferencias de criterios no se arreglan con agresiones verbales o rebeliones armadas. Se solucionan haciendo una modificación de las estructuras mentales negativas de los contendientes, con un borrado de memorias traumáticas que involucre el perdón y el olvido de las ofensas. Sólo así habrá de surgir la paz. ¿Y porqué no? El Amor.
Muchas estructuras mentales que nos son desconocidas, nos están impidiendo alcanzar nuestras metas. Y para lograrlas, es necesaria una corrección terapéutica que nos permita una nueva interpretación entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. La Clínica de Psynética con sus cursos y seminarios, está orientada a la modificación de las estructuras emocionales que impiden disfrutar en paz de lo que sí se tiene, y dejar de sufrir por aquello que no se posee. ¡Este es el secreto de una vida feliz!
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