Nuevo estudio revela que los fríjoles pintos ayudan a bajar el colesterol

El consumo de fríjoles pintos, parte fundamental de la dieta de la comunidad hispana, contribuye a la disminución del colesterol, según un informe de la Universidad Estatal de Arizona (ASU).

“Los fríjoles se les considera un alimento muy accesible y barato para todos, rico en proteínas, fibra y minerales”, dijo Donna Winham, profesora en nutrición en ASU y directora del estudio.

Estos granos forman parte importante de la dieta diaria de la mayoría de los inmigrantes provenientes de países latinoamericanos, así como de las familias hispanas que viven en los Estados Unidos.

Los diecisiete participantes del estudio consumieron media taza de fríjoles pintos diaria por un periodo de ocho semanas consecutivas.

“Comieron los fríjoles como ellos quisieron, algunos solamente los cocieron, otros les agregaron otros ingredientes como jitomate y cebolla”, explicó Winham, cuya investigación se concentra principalmente en el consumo de productos diarios para reducir el riesgo de enfermedades del corazón y la diabetes tipo 2.

Indicó que el único requisito fue no los cocinaran con manteca de cerdo o tocino.

“Al final del estudio encontramos que el consumo diario de los fríjoles ayudó para que en promedio los participantes redujeran su colesterol en un ocho por ciento”, dijo la experta.

Manifestó que este resultado es sumamente significativo ya que demuestra que el consumo de un producto que se puede encontrar fácilmente en cualquier supermercado puede beneficiar a la larga la salud de la persona.

Un tercio de los participantes era de origen hispano, entre los 20 y 65 años de edad.

Siguiendo con los resultados, Winham planea dar seguimiento al consumo de fríjoles pintos principalmente entre inmigrantes, ya que -según dijo- otros estudios han demostrado que cuando una persona emigra a EE.UU., cambia su dieta en ciertos aspectos.

“Los inmigrantes comienzan a consumir comida rápida cuando llegan a este país, dejando un poco su comida tradicional”, sostuvo.

En su opinión, la vida diaria de este país algunas veces se convierte en un obstáculo ya que las amas de casa comienzan a trabajar y no tienen tiempo para cocinar fríjoles.

“Algunas de ellas optan por comprarlos enlatados, mientras que otras simplemente los sustituyen por otros ingredientes”, puntualizó.

La investigadora manifestó que también buscará los fondos necesarios para llevar a cabo estudios similares con otros tipos de fríjoles, como los negros, que son sumamente populares en el centro y sur de México y otros países caribeños.

“Las diferentes variedades de fríjoles pueden tener impactos diferentes en su consumo”, agregó.

La investigación fue financiada gracias a un fondo de 187.000 dólares otorgado por la Alianza de Fríjoles por la Salud a través de la Agencia Internacional por el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID).

La nutricionista señaló que es importante buscar la forma de integrar productos saludables a la dieta diaria, particularmente en hispanos que tienen alto riesgo de desarrollar diabetes.

“El alto colesterol también se relaciona con problemas de la presión alta y enfermedades del corazón”, dijo Winham.

Una de las participantes del estudio fue Esther Martínez, quien reconoció que su familia toda la vida ha comido fríjoles pintos, pero refritos con “mucha manteca”.

“Este estudio fue una oportunidad para mí de hacer un cambio en mi vida y en mi dieta, ya que mi colesterol se encontraba muy cerca de los 200, lo que me ponía en un alto riesgo de desarrollar diabetes”, dijo Martínez.

“Ahora los como solamente cocidos con tomate fresco y chiles verdes, si los quiero refritos utilizo queso o aceite de canola”, finalizó.

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