Nuevas Iniciativas del Presidente en las Escuelas Secundarias y Otras Propuestas Presupuestarias Abordan Temas Importantes Para los Hispanos

El presupuesto del Presidente fija la atención en la alta deserción escolar, la calidad de los maestros y en ayuda económica para los estudios universitarios

La nueva Iniciativa del Presidente Bush en las Escuelas Secundarias tiene el potencial de conseguir mayores avances en la reducción de la alta tasa de deserción escolar entre los hispanos y otras minorías que cualquier otra iniciativa federal de la historia, dijeron hoy altos funcionarios del Departamento de Educación durante una sesión informativa para la prensa hispana. Entre los funcionarios que informaron hoy a los reporteros figuraban Ray Simon, Secretario Asistente para la Educación Primaria y Secundaria; C. Todd Jones, Secretario Adjunto Asociado para el Presupuesto; Kathleen Leos, Subsecretaria Adjunta Asociada para el Aprendizaje del Inglés; y Adam Chavarría, Director de la Iniciativa de la Casa Blanca dentro del Departamento para la Excelencia en la Educación de los Hispanoamericanos.

El presupuesto del Presidente del año fiscal 2006 incluye $56 mil millones en fondos discrecionales para el Departamento de Educación de los EEUU para garantizar un maestro de alta capacidad para todos los estudiantes, incluidos los estudiantes que están aprendiendo inglés, y mayor financiamiento destinado a las Becas Pell (Pell Grants) para que los estudiantes puedan asistir a la universidad, entre otras iniciativas. Desde que asumió su cargo, el Presidente Bush ha aumentado el financiamiento para la educación en $13,8 mil millones, o el 33 por ciento.

Con el fin de ayudar a todos los estudiantes de escuela secundaria a alcanzar un alto nivel académico, el Presidente está instando al Congreso a aprobar una nueva Iniciativa de $1,5 mil millones en las Escuelas Secundarias para asegurar que los estudiantes de escuela secundaria estén preparados para graduarse con los conocimientos necesarios para triunfar. La Iniciativa establece como requisito la medición del progreso de los estudiantes en lectura y matemáticas al menos tres veces durante el transcurso de high school (la escuela secundaria superior) e incluye $250 millones para pagar estas evaluaciones. También permite a los estados y los distritos escolares usar los recursos para planes de desempeño individual, la prevención del abandono de los estudios, exigentes cursos vocacionales y técnicos, una campaña de concientización sobre los estudios universitarios y superiores, entre otras cosas.

“El Presidente Bush y la Secretaria Spellings están dedicados a ayudar a reducir la tasa de deserción escolar,” dijo el Secretario Asistente de Educación Ray Simon. “Se podía haber impedido que muchos de estos estudiantes abandonaran la escuela si hubieran recibido ayuda más temprano. Este financiamiento permitirá a los distritos escolares los recursos y la flexibilidad [necesarios] para crear programas que brinden intervención individual uno a uno con los estudiantes y su familia y planes de desempeño para seguir el progreso de los estudiantes y garantizar que se satisfagan sus necesidades individuales. Los hispanos pueden llegar a beneficiarse mucho de esta propuesta.”

Los hispanos tienen la tasa de deserción escolar más alta en relación con otros grupos de estudiantes-el 27 por ciento en 2001, el último año del que tenemos estadísticas, según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas del Departamento.

Esta tasa es aproximadamente cuatro veces más alta que la de los estudiantes blancos y más del doble de la de los estudiantes africano americanos.

“La tasa de abandono de los estudios por estudiantes hispanos no ha sufrido grandes cambios en las últimas tres décadas. Existen muchos estudiantes hispanos que están entrando al colegio con niveles de lectura por debajo del nivel aceptado, no están preparados académicamente en las áreas básicas de matemáticas y ciencias y tampoco gozan de acceso a maestros altamente capacitados”, dijo Adam Chavarría, Director Ejecutivo de la Iniciativa para la Excelencia en la Educación para Hispanos de la Casa Blanca. “La Iniciativa de Escuelas Secundarias del Presidente, específicamente hablando sobre los programas de intervención, pueden y ayudarán a aliviar estos problemas centrándose en recursos dirigidos a aquellos estudiantes hispanos que están bajo alto riesgo de abandonar los estudios”.

Según un informe publicado por el Manhattan Institute, el 66 por ciento de los estudiantes de nuestro país abandonan la escuela secundaria superior sin estar preparados siquiera para solicitar admisión a una institución de educación superior de cuatro años. También el informe da a conocer evidencia de que la brecha en el rendimiento académico, que comienza a temprana edad, continúa hasta la escuela secundaria y al final resulta en las altas tasas de deserción escolar.

“Que Ningún Niño Se Quede Atrás nos encamina hacia la igualdad en la educación al ayudar a cerrar la brecha en el rendimiento,” afirmó Kathleen Leos, Subsecretaria Adjunta Asociada para el Aprendizaje del Inglés. “ La Iniciativa en las Escuelas Secundarias aporta recursos en el ámbito nacional para responder a las necesidades educativas a nivel de escuela secundaria, incluido el grave problema de la deserción escolar entre los hispanos y otros grupos minoritarios. Los estados deben reformar nuestros grados superiores de tal modo que un diploma de high school signifique que el graduado está preparado académicamente para entrar en la fuerza laboral o seguir con los estudios universitarios.

El presupuesto de 2006 propuesto por el Presidente Bush también contiene varias propuestas dirigidas a ayudar a los maestros a ayudar a sus estudiantes incluyendo $500 millones para un Fondo de Incentivos para Maestros (Teacher Incentive Fund) destinado a atraer y recompensar a los mejores maestros en las escuelas de alto riesgo y alta pobreza y dar carácter permanente al perdón de las deudas entre $5.000 y $17.500 para los maestros altamente capacitados de matemáticas, ciencias y educación especial que atienden a las comunidades de bajo ingreso económico. El financiamiento asegura una educación de calidad para todos los estudiantes, incluidos los cinco millones de estudiantes no angloparlantes en el país, de los cuales el 80 por ciento son hispanoparlantes.

El presupuesto de 2006 del Presidente Bush también incluye el monto récord de $13,7 mil millones para el programa de las Becas Pell a fin de mejorar el acceso a la educación superior y hacer que ésta sea más fácil de pagar. La Beca Pell máxima se aumentaría en $100 por año a lo largo de los próximos cinco años de $4.050 a $4.550 y ayudaría, según las estimaciones, a 5,5 millones de estudiantes de bajo ingreso económico a pagar sus estudios superiores en 2006. En total, el Departamento de Educación administraría más de $78 mil millones en becas, préstamos y asistencia de trabajo y estudio a más de 10 millones de estudiantes y padres en el año fiscal 2006, lo cual representaría un aumento de $1,3 mil millones para el programa de las Becas Pell. El Presidente cree que es más provechoso dirigir los fondos federales hacia las becas para estudiantes de bajos ingresos, como el programa Pell, que dirigirlos hacia los préstamos que tienen que cancelarse a fin de cuentas.

El proyecto presupuestario también incluye un nuevo programa de Acceso a la Educación Superior a nivel Comunitario, o Community College Access, por el cual se darían incentivos a los estados para mejorar el acceso a la enseñanza universitaria, sobre todo para los estudiantes de bajo ingreso económico y de minorías, mediante programas de “matrícula dual” en los que se ofrecen créditos de escuela secundaria y de universidad a los estudiantes de escuela secundaria que toman asignaturas a nivel universitario.

Además, el presupuesto incluye $50 millones para un nuevo programa del Presidente para los Estudiosos de Matemáticas y Ciencias (Math-Science Scholars), que aportaría hasta $5.000 a los estudiantes de bajos ingresos que siguen estudios de matemáticas y ciencias.

El proyecto presupuestario del Presidente también destina $95,9 millones para ayudar a las instituciones que atienden a los hispanos, un componente fundamental de la iniciativa del Gobierno que tiene por objeto elevar el rendimiento académico, el porcentaje de estudiantes que se gradúan, la participación a nivel postsecundario, y el aprendizaje durante toda la vida entre los hispanoamericanos.

Entre otros elementos destacados del presupuesto de 2006 se incluyen:

• $25,3 mil millones-un aumento global de casi mil millón para la Ley Que Ningún Niño Se Quede Atrás;

• $250 millones para medir el desempeño de los estudiantes en lectura y expresión oral y escrita y matemáticas en la escuela secundaria;

• $200 millones-un aumento de $175 millones-para el programa Striving Readers o Aspirantes a Buen Lector, dirigidos a mejorar la capacidad de lectura entre los estudiantes adolescentes;

• $13,3 mil millones-un aumento de $603 millones o el 4,7 por ciento-para las subvenciones del Título I, las cuales ayudan a los distritos escolares locales a mejorar las escuelas de bajo rendimiento, mejorar la calidad de los maestros y ampliar las opciones para los estudiantes y los padres. De ser promulgado, el presupuesto representaría un aumento global de $4,6 mil millones, o el 52 por ciento, en financiamiento del Título I desde que se aprobó la Ley Que Ningún Niño Se Quede Atrás; y

• $11,1 mil millones-un aumento de $508 millones-destinados a las subvenciones a los estados para la educación especial, un aumento del 75 por ciento para los estudiantes con discapacidades en relación con el año 2001.

• $50 millones para un Fondo de Incentivo en la Libre Elección de Escuela (Choice Incentive Fund) que brinda a los padres más oportunidades para cambiar a sus hijos a escuelas de rendimiento mejor; y

• $219 millones para las escuelas charter, entre los que se incluyen $37 millones para ayudar a las escuelas charter a adquirir, arrendar y renovar sus instalaciones.

El presupuesto de 2006 del Presidente también ayuda a ahorrar el dinero de los contribuyentes al proponer del cese del financiamiento a programas que duplican los esfuerzos ya existentes o cuya ineficacia ha quedado demostrada.

Para obtener mayor información respecto al presupuesto del Presidente para el año fiscal 2006 en materia de educación, visite .

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