“Mientras Escribo”, según Stephen King

“Si quieres ser escritor…
Debe hacer dos cosas por encima de todos los demás…
Leer mucho y escribir mucho”

Este es el principal consejo que nos da Stephen King en su libro de memorias “On Writing”, que traducido seria… “Mientras Escribo”…
En esta columna trataremos de resumir los siete principales tips o consejos, que nos da esta “maquina” de “fabricar” Best Sellers llamado Stephen King.

1- Lee mucho. Cuando lees, siempre aprendes y recoges cosas, a veces pueden ser muestras de cómo deberías escribir, ideas, atmósferas, técnicas, voces, incluso temas que deberías evitar. Si quieres ser mejor escritor, lee todo lo que puedas, la lectura expandirá tus horizontes y tu conocimiento, te aportará experiencias e influirá en tu escritura poco a poco, por eso es importante leer y analizar todo tipo de géneros y autores. ¿Cómo puedes conseguir más tiempo para leer? Puedes intentar ganárselo a otras actividades, como ver la televisión, o llevar siempre un libro a las salas de espera, a la cinta de correr o al baño.

2- Escribe mucho. Para convertirse en un buen escritor vas a tener que escribir mucho. No te preocupes demasiado por el qué dirán, está claro que todos necesitamos las opiniones de otros y que escribimos para los lectores, por tanto es normal que nos guste que lean nuestros textos y que nos digan lo que les ha parecido. Pero nunca te tomes las críticas como algo personal, si uno hace demasiado caso a las críticas, al final no logrará más que empeorar su escritura.

3- Sé auténtico y honesto, Aborda la primer página a la ligera, escribiendo para ti mismo, sin pensar que lo van a leer, como si fuera un diario personal, lo más importante es contar lo que sientes, luego tendrás tiempo de trabajar en el “maquillaje”. Actúa tus personajes, grita con entusiasmo, analiza todas las voces diferentes de tu libro. No te preocupes del análisis morfo-sintáctico, esto es por diversión, como resolver un crucigrama o un Cubo de Rubik. Una de las formas para ser auténtico y honesto es tener personajes honestos con sus cosas buenas y sus cosas malas. Personajes que pueden relacionarse con todos sus defectos, pasiones, miedos, debilidades y bondades, es decir, personajes más humanos y conectados con el lector. Puedes lograr autenticidad es a través del lenguaje, no hace falta emplear un vocabulario innecesariamente complicado para transmitir una historia. Tu obra debe tener música, debes lograr que un buen lector se maraville con tu libro.

4- Ve al grano, procura omitir palabras innecesarias. No malgastes el tiempo de tus lectores con demasiada historia previa, extensas introducciones o largas anécdotas, reduce el ruido y reduce el balbuceo. Para esto debes reescribir y revisar, buscando un mensaje más claro y golpes emocionales más intensos. Ve al grano rápido antes de que tu lector pierda la paciencia y abandone la lectura.

5-Revisa y corta. Cuando realices la revisión de tu texto, olvídate de esas cosas a las que les tienes cariño y elimina todas las frases y palabras superfluas. Existen palabras y frases que deberían eliminarse de la caja de herramientas de cualquier escritor: “En aquel preciso instante”, “Al final del día”, “Algunas personas dicen”, “Muchos creen”, “El consenso es”. Ese tipo de vaguedades me hacen querer patear algo. Estoy seguro que un relato de 3.000 palabras debería ser reescrito en menos de 2.500. Leer y cortar… leer y cortar… ese es el método…

6-Preguntate “¿qué quieres decir?”. Cada oración que responda a esa pregunta podrá ser parte de un ensayo o una historia, y cada oración que no responda debes dejarla ir. Haz pruebas con escribir 400 palabras sobre diversos temas, por ejemplo escribe dos ensayos, uno titulado “Mi madre es horrible” y otro “Mi madre es maravillosa”, y construye cada oración sobre lo que elegiste, concéntrate en el tema principal, lo que significa dejar fuera del relato tanto a tu papá, a tu hermano, a tu perro, etc.

7-¿Cómo saber si eres un mal escritor o un escritor aceptable?… Comienza detallando las reglas de un deporte o como preparar una recta de cocina. No escribas sobre “Mi película favorita”, porque estás abriendo las compuertas a la subjetividad y, en consecuencia, a una inundación de clichés. La prueba más elocuente es muy sencilla, pruébala a modo de ejercicio:
Escribe las instrucciones sobre cómo llegar en una ciudad desde el punto A al punto B…
Entrégale la página a un extranjero que no conozca la ciudad…
Si se pierde… dedícate a otra cosa…

Hasta la próxima.

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