
Más estudiantes graduados no significa que todos estén preparados para la Universidad
A pesar de que los índices de graduación de escuela secundaria en Estados Unidos son actualmente los más altos de la historia, y que las cifras han sido motivo de celebración, tras esos números hay una realidad que pide acción: muchos graduados salen poco preparados para la universidad y con altas probabilidades de nunca obtener un título universitario.
Según datos del Centro Nacional para Estadísticas de la Educación (NCES) publicados a mediados de diciembre, en el año escolar 2013-2014 la tasa de graduación de escuela secundaria en el país llegó al 82.3%, el mayor porcentaje que se ha registrado.
Sin embargo, según datos de la misma entidad incluidos en el reporte The Nation’s Report Card, menos de la mitad de los estudiantes de duodécimo en el año 2013 demostró estar preparado para dominar las matemáticas o la lectura en el college o la universidad: 39% y 38%, respectivamente.
Entre los hispanos, el índice de graduación fue de 76%. Sin embargo, según un estudio publicado este año por ACT, organización que administra una de las dos principales pruebas de admisión a la universidad y la organización sin fines de lucro Excelencia in Education, con datos de 2014, menos de la tercera parte de los graduados latinos, un 29%, dominaba matemáticas o lectura al solicitar admisión a la universidad.
Estos datos coinciden también con los de una encuesta publicada en septiembre por Univision y XQ Institute, que halló que una tercera parte de los graduados hispanos tiene que tomar cursos remediales al entrar a la universidad, porque sus escuelas no los están preparando como es debido. Sin embargo, los estudiantes encuestados reconocieron que una educación de excelencia es la clave para un futuro de prosperidad y opinaron que sus escuelas se la están proveyendo.
Un artículo publicado en el diario The New York Times apunta a que los índices de graduación se han disparado por distintas razones: disminución en los embarazos de adolescentes, en los crímenes violentos entre jóvenes, seguimiento e intervención de estudiantes con ausentismo o a punto de fracasar en sus materias, y métodos alternativos para que los estudiantes repongan trabajos online o asistan a tutorías sin tener que repetir el año.
Dicho reportaje también destaca que algunos estados han eliminado los exámenes de egreso como requisito para graduarse, han disminuido la cantidad de créditos necesarios para obtener un diploma, o no les piden a sus estudiantes estudiar inglés durante cuatro años o álgebra II, materias “a menudo definidas como lo mínimo para poder estar preparados para la universidad”.
“Los estudiantes y sus familiares dependen y confían en un diploma de secundaria como señal de preparación. Debería significar algo, si no, es una falsa promesa para miles de estudiantes”, dijo a The New York Times Alissa Peltzman, vicepresidenta de política pública estatal de Achieve, una organización sin fines de lucro que estudió los requisitos de graduación en varios estados del país.
94 de cada 100 de los 2,200 jóvenes estadounidenses recién egresados de high schools públicos encuestados por Bendixen&Amandi International consideran que una buena educación secundaria es importante para sus logros futuros.
En contraste con su optimismo sobre el futuro, 60% de los jóvenes recién egresados de una secundaria pública sienten que no quedaron bien preparados en el área de tecnología para enfrentarse a la vida universitaria o para desempeñarse adecuadamente en el campo laboral.
Según los estándares existentes, una educación de excelencia debería ser calificada con una A, pero 71% de los recién egresados de high schools públicos no consideran que sus escuelas merezcan la más alta calificación: 46% les dan una B y el resto las califican entre C y F.
En general, los maestros de high school salen bien evaluados en la encuesta: más de la mitad los consideran “excelentes” (29%) o “buenos” (52%). Pero no sienten que los hayan incentivado lo suficiente para tomar clases más avanzadas.
Los jóvenes en Estados Unidos parecen no saber lo que no saben. Aunque los recién egresados de high school del sector público evalúan positivamente las escuelas donde han estudiado al igual que a sus maestros o consejeros, cuando llegan a la universidad o al mundo laboral ciertos aspectos de la realidad los golpean: no están tan preparados como creían para navegar el territorio académico y laboral.
Población: Recién graduados de escuelas públicas (High School) con menos de 2 años desde la graduación. Muestra: 2,200 (incluyendo 600 hispanos y 600 afroamericanos). Lenguajes: Inglés y español. Margen de error: +/- 2.1. Fechas de entrevista: Agosto 10-21 de 2015. La encuesta se realizó con un modelo mixto: con entrevistas telefónicas y una parte online.