Lou Dobbs se va de CNN, pero no piensa callarse

Dobbs, el único que quedaba de los periodistas que lanzaron la cadena noticiosa, dijo el miércoles en cámara que dejaba su programa, con efecto inmediato, para dedicarse a otras cosas.

No está claro qué es lo que va a hacer, aunque anticipó que quiere ser un líder en la “conversación nacional” e “inspirar a nuestra gran sociedad libre y nuestra economía de mercado”.

CNN por ahora no ha dicho qué hará con el espacio que deja vacante Dobbs.

El periodista ha sido muy criticado desde que dejó de lado el periodismo neutral, enfocado en temas económicos, y comenzó a emitir opiniones fuertes, sobre todo en relación con la inmigración ilegal.

Está con CNN desde su fundación en 1980. Durante la mayor parte de ese tiempo condujo un programa diario sobre economía que llegó a tener una enorme influencia y a generar más ingresos en concepto de publicidad que ningún otro programa de CNN.

Dobbs dice que su visión del mundo cambió luego de los ataques terroristas del 2001 y de una serie de escandalosos casos de corrupción empresarial, tras lo cual empezó a expresar sus opiniones en cámara. Le dedicó mucho tiempo a la inmigración, con la que subió sus ratings y se granjeó numerosos enemigos. Varias organizaciones hispanas pidieron a CNN que lo echase.

Su presencia puso en situación incómoda a CNN, que pone énfasis en la neutralidad y no quiere ser vista como una cadena que ofrece programas de opinión. No cayó nada bien en CNN su decisión de seguir planteando la posibilidad de que el presidente Barack Obama no hubiese nacido en Estados Unidos incluso después de que CNN había dicho que no había la menor duda de que era estadounidense.

Dobbs hizo su sorpresivo anuncio sentado frente a un escritorio, con una bandera estadounidense ondeando a sus espaldas. Leyó las principales noticias del día y acto seguido dijo que la cadena le había permitido rescindir su contrato, que duraba hasta el 2011.

“Esta será mi última transmisión” con CNN, expresó.

Agregó que tomó su decisión luego de meses de discusiones con el presidente de CNN para Estados Unidos Jon Klein. Indicó que está muy interesado en temas importantes, como la cobertura médica, el desempleo, la inmigración, el cambio climático y las guerras.

“Lamentablemente, estos temas son ventilados en la arena pública desde un punto de vista partidista e ideológico y no en base a un riguroso pensamiento empírico y a análisis y discusiones francas”, manifestó. “Trataré de cambiar eso”.

Klein elogió “el apetito (de Dobbs) por las grandes ideas, su enorme sonrisa y su imponente presencia en la sala de redacción”.

“Con su característica sinceridad, Lou decidió practicar un periodismo militante en otro sitio. Respetamos su decisión”, añadió.

Dobbs dijo que se enorgullecía de haber ayudado a crear CNN, pero que gente importante de los medios de prensa, la política y el mundo empresarial “me han estado pidiendo que trascienda mi papel aquí en CNN y me dedique a resolver problemas de forma constructiva”.

Su renuncia fue bien recibida por los sectores que pedían su alejamiento.

“Siempre hemos dicho que Lou Dobbs –quien tiene un largo historial de diseminar mentiras y teorías conspirativas sobre los inmigrantes y los latinos– no puede ser parte de la empresa periodística cuyo nombre inspira más confianza”, expresó Roberto Lovato, cofundador de Presente.org. “Nos complace que Dobbs ya no tenga una plataforma legítima para promover el odio y el temor”.

Tom Sáenz, presidente del Fondo Mexicano-Estadounidense de Educación y Defensa Legal, la principal organización jurídica hispana, dijo que “la comunidad latina puede y debe celebrar el que Lou Dobbs ya no esté en CNN”.

El senador Robert Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, el estado de Dobbs, y el único hispano del Senado, dijo que CNN “salía ganando” con la partida del comentarista.

La agrupación investigadora liberal Media Matters, que había pedido a CNN que despidiese a Dobbs, también se mostró complacida. “Es un día feliz para quienes nos preocupamos por los inmigrantes de esta nación y creemos en el poder de la prensa para mejorar el discurso político”, manifestó su presidente, Eric Burns.

Dobbs no respondió a llamadas ni correso electrónicos en los que se le pedía que respondiese a sus críticos.

Los ratings de Dobbs alcanzaron su mejor momento cuando el debate sobre la inmigración llegó a su punto más candente y luego bajaron. Pero sus 879.000 telespectadores del martes superaron la audiencia de Chris Matthews en MSNBC (aunque no la de Shepard Smith en Fox News Channel, que fue casi el doble) e incluso la de Campbell Brown, cuyo programa sigue al suyo en CNN, según la firma medidora de audiencias Nielsen.

CNN es propiedad de Time Warner; MSNBC es una rama de General Electric; Fox pertenece a News Corp.

Los redactores de AP Mark Kennedy y Suzanne Gamboa colaboraron con este despacho.

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