Los trabajadores agrícolas y el calor

Myriam Grajales-Hall (951) 827-4397

FRESNO – (UC)—El acaloramiento se debe al calentamiento de los músculos y otros órganos del cuerpo. Cuando esto ocurre, la persona puede sufrir de insolación u otros malestares ocasionadas con el calor. Es responsabilidad del patrón, al igual que del trabajador del campo, evitar que esto ocurra.

“La insolación y los malestares a causa del calor ocurren con más frecuencia cuando hay poco viento, mucha humedad, altas temperaturas y se está expuesto directamente a los rayos del sol”, explica Steve Sutter, asesor agrícola especializado en administración laboral agrícola.

El riesgo de una insolación está relacionado con el estado de salud, incidentes previos de acaloramiento, hábitos, responsabilidades y tiempo que se lleva trabajando. La insolación puede conducir a caídas y accidentes con maquinaria y equipo.

El proceso de aclimatación que toma el cuerpo para ajustarse a un nivel más intenso de trabajo o de calor toma de 7 a 14 días, trabajando bajo los rayos del sol 2 horas por día. Una buena condición física disminuye el tiempo de ajuste. La aclimatación significa un aumento menor en la temperatura del cuerpo y el pulso, mayor producción de sudor y una mayor tolerancia al calor.

Los trabajadores que trabajan de planta normalmente se acostumbran con naturalidad a las temperaturas más calurosas, a menos que ocurra un aumento repentino de temperatura, humedad o exceso de trabajo. Una vez que el cuerpo se ajusta al calor, se mantiene así, siempre y cuando la persona trabaje por lo menos 4 días seguidos en condiciones calurosas.

La aclimatación se reduce si el empleado pasa 4 días sin trabajar en condiciones calurosas y se pierde totalmente en 3 semanas. Si la persona ha estado enferma o no ha trabajado durante 3 semanas, necesitará aclimatarse nuevamente. Los supervisores deben cambiar la asignación de labores y el horario de trabajo y descanso cuando hace mucho calor.

Con la aclimatación aumentará también la necesidad de beber agua. La insolación a menudo ocurre debido a la deshidratación, la cual reduce la capacidad del cuerpo de refrescarse con sudor.

“El trabajador debe beber agua a menudo. Dependiendo de la temperatura, humedad y cantidad de trabajo, puede necesitar de 6 a 10 cuartos de galón de agua al día”, precisa el especialista. Se debe beber suficiente agua para mantener el peso. La pérdida de peso puede indicar que no se está bebiendo suficiente agua. Otras señales son: orines de color amarillo oscuro y orinar menos que de costumbre.

“Es más fácil beber un poquito de agua con frecuencia que consumir grandes cantidades a la vez. Usualmente, un trabajador debe beber de 2 a 3 galones de agua (a una temperatura de 50º a 60º F) por día cuando hace calor”, dice Sutter.

La sed no refleja la necesidad de beber agua. Los trabajadores que beben agua para calmar la sed toman menos de dos tercios de la cantidad que necesitan, y pueden perder de 2 a 4 libras de peso en un día caluroso. No se debe dejar de beber agua para evitar tener que estar orinando. Cuando hace calor, el beber agua generalmente no aumenta la necesidad de orinar.

Sutter recomienda que los trabajadores agrícolas beban por lo menos una taza de agua cada media hora; y, cuando hace un calor extremado, que lo hagan cada 10 a 15 minutos, aun si no tienen sed. También es una buena idea beber varios vasos de agua antes de empezar a trabajar cuando hace calor. Se debe tener y seguir un horario estricto para beber agua.

Las bebidas gaseosas no son tan buenas como el agua para reemplazar los líquidos del cuerpo. Es más difícil beber varias botellas debido al gas que contienen. Se debe evitar consumir bebidas alcohólicas, drogas y medicinas que no hayan sido recetadas por un médico. El alcohol y sus efectos después de una borrachera aumentan el riesgo de insolación y lesiones. La deshidratación crónica puede desarrollarse gradualmente, durante el transcurso de varios días sin que se sienta sed. Y puede causar problemas como cálculos en los riñones e infecciones urinarias.

“Se deben asignar labores menos pesadas o descansos más largos a los trabajadores nuevos”, explica Sutter. “Para volver a acostumbrarse a trabajar cuando la temperatura o humedad aumentan marcadamente, se debe limitar cualquier trabajo pesado a la mitad del trabajo que se realiza normalmente, aumentando el tiempo de trabajo en incrementos de 1 hora por día”, subraya.

Los supervisores deben cambiar la asignación de labores y el horario de trabajo y descanso cuando hace mucho calor.

La pizca de cosechas o el tener que mover tubos de riego bajo un sol candente—90º F o más— aun si hay poca humedad y viento, es agobiante para muchos trabajadores adultos menores de 40 años, y en buena condición física. Cuando se trabaja en estas condiciones es de vital importancia beber agua y descansar adecuadamente. No se debe tomar un descanso más corto de lo debido. El trabajador necesita disminuir su pulso y palpitaciones y refrescarse. El que se sienta fresco no quiere decir que la temperatura interna del cuerpo ya ha bajado y el pulso ha disminuido lo suficiente.

Los calambres ocasionados por el calor pueden ser una de las primeras señales de malestar. Estos calambres son contracciones musculares dolorosas en las extremidades y abdomen, que en ocasiones, incapacitan a la persona. Si alguien tiene calambres, se debe hacer que la persona descanse en un lugar donde haya sombra y beba agua.

Las primeras señales de malestar por el calor son: mareo, cansancio, irritabilidad y pérdida de concentración. Si tiene estos síntomas, déjeselo saber a su supervisor. Afloje la ropa de la víctima y haga que beba agua y descanse en la sombra por lo menos 30 minutos.

Cuando el calor es intenso, puede ocurrir un aumento rápido de la temperatura del cuerpo y el pulso. Tal vez no se dé cuenta de lo que está ocurriendo porque no siente ningún dolor.

Los síntomas del agotamiento causado por el calor incluyen: piel húmeda, pálida, fresca o enrojecida, escalofrío, cosquilleo en las manos y pies, desorientación, pérdida de coordinación, desmayo, pulso rápido, dolor de cabeza, náusea, vértigo, debilidad, irritabilidad, dificultad para hablar, sudor profuso, sed excesiva y boca reseca.

Lleve la víctima a un lugar fresco y sombreado inmediatamente. Coloque paños húmedos en el cuerpo, usando toallas o sábanas o rocié el cuerpo con agua. Dele un masaje en las piernas y brazos. Asegúrese que la víctima descanse cómoda y tranquilamente. Si se niega a beber agua, tiene vómito o pierde el conocimiento, su condición ha empeorado. Si aún no lo ha hecho, llame y pida una ambulancia inmediatamente.

La insolación es el malestar menos común relacionado con el calor, pero es el más peligroso. Los síntomas son parecidos a los del agotamiento por calor. Estos incluyen: convulsiones, palabras incoherentes, comportamiento agresivo, disminución o cese total de sudor, piel enrojecida, caliente y seca, pulso rápido y débil, y respiración entrecortada y rápida.

Lleve a la víctima a la sombra. Quítele la ropa: camisa, pantalones, calcetines y zapatos. Llame al número de emergencia. Haga que beba agua, si no está inconsciente. No le dé sal. Envuelva a la víctima en una sábana húmeda, échele agua y échele aire. Súbale las piernas unas 12 pulgadas. Siga rociándole agua y ventilándolo.

El calor puede también ocasionar salpullido bajo la ropa. Por eso es recomendable que los trabajadores se laven con frecuencia, tomen descansos y usen ropa que no len apriete. Si la irritación continúa, se debe consultar a un médico.

Para evitar problemas de salud y accidentes, Sutter recomienda que los trabajadores beban agua cuando trabajan y fuera del trabajo, practiquen buenos hábitos de higiene, no usen drogas, duerman bien, y reporten a su supervisor cualquier trastorno debido al calor.

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