Los granos integrales: una parte integral de la buena alimentación

Una manera sencilla de servir alimentos nutritivos a tu familia es cambiar los granos refinados por granos integrales. Los granos refinados pasan por un proceso que les quita la semilla y la cáscara, y se encuentran en productos como harina blanca, pan blanco y arroz blanco. Los granos integrales contienen el grano entero y se encuentran en productos como harina integral y arroz integral.
¿Por qué son tan importantes los granos integrales?
Los granos integrales son excelentes fuentes de vitaminas y minerales, especialmente de vitamina B, vitamina E, selenio, zinc, cobre y magnesio.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos considera los granos como la base de la buena nutrición y ofrece recomendaciones sobre la cantidad de granos integrales que debe consumir cada miembro de la familia, dependiendo de su edad y nivel de actividad.
¿Qué productos contienen granos integrales y cómo los puedo identificar?
Las mejores fuentes de granos integrales son avena, palomitas de maíz, galletas o pan de trigo integral, arroz integral, y trigo sarraceno.
Cuando hagas tus compras asegúrate que la etiqueta con la lista de ingredientes diga “whole grain” (grano integral) o “whole wheat” (trigo integral).
¿Cómo puedo incorporar granos integrales a mis platillos?
Empieza tu día con un alimento que contenga granos integrales, como unos deliciosos Sandwiches de Aguacate para el Desayuno hechos con pan integral. Otra manera de acostumbrar a la familia a comer granos integrales es incorporar un sabor conocido, como la salsa Ragú® Old World Style de siempre, a un espagueti integral.
Ahora que sabes qué tan fácil es encontrar granos integrales e incorporarlos en tus platillos, dale de lo bueno a tu familia. Gozarán del sabor de la comida y de los beneficios de la buena alimentación.
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