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Los Fantasmas del Escritor

Tips para escritores exitosos

Todos somos consciente que tenemos un libro dentro nuestro casi listo a salir, es como una pulsión, un deseo casi incontrolable que nace en nuestras entrañas, pero… siempre hay un pero… a la hora de escribir, las supuestas ideas, los sueños, las sensaciones, desaparecen porque nuestra mente se bloquea y nos asiste un miedo atroz, el sentimiento de banalidad, la certeza de que nuestras palabras no tienen ningún valor, la dolorosa “NADA” nos invade y aparecen “los fantasmas”.
Entonces comenzamos a fabricar murallas, paredes interiores que nos ayuden a explicar esta inacción, “no tengo tiempo”, “debo hacer otra cosa”, “escribiré más tarde”, y recordamos una serie de actividades que debemos hacer y que hasta ese momento habían desaparecido de nuestra vista… actividades importantes o intrascendentes que se ofrecen para sustituir nuestra pesadilla, nuestro miedo… y nos escudamos tras esas actividades para olvidar nuestro verdadero y auténtico deseo, que es el de escribir.
Pero no se preocupe, escritores famosos como Franz Kafka y Thomas Mann se quejaban de sus fantasmas interiores, ellos reconocían que muchas veces se sentían incapaces de producir ni una sola palabra, y cuando lograban escribían tres o cuatro frases, resultaban sin sentido, malísimas, que borraban rápidamente, para comenzar de nuevo.
¿Se siente identificado? ¿Alguna vez ha sentido angustia frente a la página en blanco? ¿A veces comienza con ímpetu y luego de unos párrafos no sabe cómo seguir? ¿Cree que le falta imaginación?
Veremos diez consejos que podrán ayudar a “combatir” esos fantasmas… esos miedos…
1-Hábito: Ser escritor es un trabajo… un trabajo placentero, divertido, ameno, deseado, pero un trabajo y como todo trabajo necesita planificar un tiempo de dedicación, aunque sea mínimo pero diario, quizá 15 o 30 minutos sean suficientes para  comenzar, la idea es que se transforme en un hábito, como lavarse los dientes o desayunar, escribir debe ser una actividad que no puedas eludir, no importa si estas 30 minutos mirando la hoja en blanco, poco a poco debes habituar el músculo de tu imaginación.
2-Método: Es bueno leer a tus escritores predilectos, pero deben ser solo un estímulo, no intentes emularlos, recuerda que ellos comenzaron igual que tú, frente a una hoja en blanco, no te tortures, deja fluir tu mente, adopta el método de escribir lo que salga y como salga, probablemente lo reescribirás diez o más veces, no importa, porque la segunda vez ya no tendrás una hoja en blanco.
3-Espacio: Busca un espacio cómodo, rodéate de tus anotaciones, de tus libros, de tus lapiceros, de tu ordenador, no importa el lugar, lo importante es tu comodidad para lograr la concentración necesaria,  puede ser la cocina, el jardín, el baño o un banco en el parque. Es imprescindible que no te molesten mientras escribes o lees.
4-Proceso: El perfeccionismo nos lleva a escribir y corregir al mismo tiempo, lo que paraliza el avance de la escritura, porque confundimos el proceso creativo de la escritura con el resultado, pero la escritura no es un producto es un proceso, antes de teclear una sola palabra, el escritor lleva horas, días y hasta semanas escribiendo dentro de su cabeza, imaginando, pensando, incubando el texto, comenzamos a escribir mucho antes de la fase propiamente dicha de redacción del primer borrador y se sigue escribiendo mucho después, en las revisiones.
5-Ritmo: Escribir no es una carrera de velocidad, no gana quien llega primero, escribir es una carrera de resistencia, donde debemos administrar la energía para lograr el resultado, nadie le está cronometrando, por lo que puede trabajar a su propio ritmo y disfrutar mientras lo hace. En los hechos, cuanto menos se preocupe por llegar a la final, más pronto llegara, si le toma tres meses producir su obra maestra es genial, y si le lleva tres años también, mientras se divierta escribiendo, ese es el verdadero objetivo.
6-Observar: Observa lo que ocurre a tu alrededor y apunta aquellas situaciones, personas, cosas que te rodean y llaman tu atención, casi todo es  susceptible de transformarse en materia literaria, todo puede moldearse, cualquier cosa o situación puede ser la punta del iceberg de tu obra, una gran novela puede surgir de la situación más banal, de un hecho surgido en la periferia, primero lo observamos detenidamente, después se producirá esa metamorfosis mágica y de un instante fugaz surge una idea, susceptible de transformarse en literatura, dos ancianos tomados de la mano, un niño al que se le escapo su globo, una  joven en una cafetería en actitud de espera… todo sirve, todo vale para estimular nuestra imaginación.
7-Imaginar: Inventa historias, recuerda que el trabajo del escritor es inventar historias, si cuentas exactamente la realidad sin ningún agregado te estas transformando en periodista, por supuesto que puedes contar y debes contar historias basadas en hechos reales, pero debes agregar tu imaginación a esas historias, sabemos que la realidad no es muy divertida, para si deseas que el lector se “enganche”, debes recrear una realidad atractiva y atrapante.
8-Idea: Las grandes ideas funcionan como motivación, pero en realidad, debes comenzar con una idea pequeña que pueda ir expandiéndose, las grandes sagas o trilogías o series de historias, comenzaron con una solitaria palabra en una página en blanco, y desde allí construirás todo un universo.
9-Criticas: No te preocupes de las críticas, buenas o malas todas sirven, preocúpate de la falta de críticas. Cuando la crítica es buena todos te abrazan, te alaban y vendes libros, cuando la crítica es mala, todos te insultan, opinan y vendes libros, el problema es cuando  estas en el medio, que es lo más común, donde todos te ignoran… la mayoría de los escritores, al igual que los escultores y pintores, comenzamos en el medio y debemos romper la inactividad y depresión, y  utilizar esa plataforma como trampolín para saltar… recuerda la frase “ladran Sancho señal que cabalgamos…”
10-Grupo: Busca apoyo en otros escritores, que igual que tu tienen los mismos miedos y las mismas ambiciones… que lean tus escritos, mientras tu lees los de ellos, que aporten ideas, que debatan y analicen situaciones ficticias o reales, el apoyo del grupo te ayudara a encontrar la fortaleza que necesitas para alcanzar la meta buscada.

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