Los desafíos del escritor…

Todos aquellos que han escrito un libro o desean hacerlo, deben asumir que tienen ante sí tres desafíos para lograr el éxito… son tres puntos que suelen fortalecer o frustrar al autor:
El primero y más importante para cada uno es, por supuesto, escribir la obra o sea escribir su libro, en otros artículos hemos hablado del miedo a la hoja en blanco, del miedo a la hoja llena, de la parálisis frente a la trama y de la lucha con los personajes, por supuesto que existen las posibilidades de afrontar esta batalla en soledad, en equipo y/o con un coach literario, esa decisión es de vital importancia a la hora de enfrentar el dilema de escribir y como dicen “no morir en el intento”.
El segundo desafío es la publicación de la obra ya terminada, en este caso como en el anterior debería recomendar la asistencia de la editorial que dirijo, Windmills Editions, pero soy consciente que existe en el mercado infinidad de opciones, a las que los escritores pueden acudir, lo importante es la seriedad y garantía del coach y la editorial que elijan, sus antecedentes y obras publicadas.
El tercer desafío es actualmente la llave que abre las puertas del éxito, porque muchos escritores creen que una vez publicado su libro pueden sentarse a escribir el siguiente, y nada esta tan lejos de la realidad, ya que sin marketing sus obras, aunque fueran excelentes, serán cubiertas por el polvo del olvido. Realmente si los dos primeros desafíos fueron duros, este es aún más…

La calidad y el éxito…
En Windmills Editions hemos publicado casi 500 obra literarias de 361 autores de 32 países, y cuando les preguntamos a muchos de ellos, antes de publicar sus obras, ¿Cuáles son sus objetivos al escribir?… los que aparecen en primer lugar son… “Porque me gusta”, “Porque quiero contar mi historia”, “Porque siento la necesidad de compartir mis relatos”, “Porque quiero trascender”, “Para que me recuerden por siempre”, “Para mostrarme al mundo”… y después como algo secundario aparece la idea de “vender muchos libros”… pero luego de publicar el libro, este orden es trastocado y la mayoría se cuestiona ¿Porque no vendo mi libro?, ¿Porque mi libro no lograr vender ni treinta ejemplares?, y muchos autores creen que fracasaron como tales, incluso desisten de seguir escribiendo porque sus obras fueron olvidadas en los anaqueles virtuales de Amazon y otras librerías…
Realmente y aunque esto sorprenda a muchos, el contenido y calidad de una obra no tiene relación directa con la venta de la misma… en otras palabras, un libro exitoso no es necesariamente un libro de calidad y un libro de calidad literaria, muy pocas veces es un libro exitoso…
Para ejemplarizar esta afirmación podemos decir que ninguno de los autores que ganaron el Premio Nobel de Literatura, a los cuales nadie podría cuestionar su calidad literaria, fue Best Sellers antes de ganarlo, incluso muchos de ellos tampoco lo fueron luego de ganarlo… y quienes son los grandes vendedores de libros del siglo XXI, como Dan Brown, J. R. Tolkien, J. K. Rowling, Rhonda Byrne o E. L. James, nunca ganarían un Premio Nobel, ya que su calidad literaria deja mucho que desear.
El Premio Nobel o la Cuenta Bancaria
No tengo dudas que el Premio Nobel no va de la mano con la cuenta bancaria, en otras palabras el contenido y el continente no se relacionan, esto no quiere decir que los grandes vendedores de libros son malos escritores, por el contrario, personalmente en mi juventud me apasionaban las historias de Agatha Christie y ahora las de Dan Brown, reconozco que tienen una habilidad suprema para atrapar al lector, para lograr que el lector quede amarrado al libro hasta la última hoja… eso no los hace grandes literatos, pero han vendido cientos de millones de ejemplares cada uno y esto, por sí solo, tiene un gran mérito…
Lo que debemos cuestionarnos es, ¿Qué diferencia al literato del “atrapador” de lectores?, y si tu como escritor deseas estar en un bando o en otro. Es en este punto donde los tres desafíos que planteamos al principio, (escribir, publicar, vender), se transforman en uno y dependerá como tu afrontes el primero, para obtener resultado en el último…
Como lector avezado comprendo la diferencia entre uno y otro, cuando leo a un “atrapador” me siento en una carrera desesperada donde el objetivo es conocer el final de la historia, en cambio cuando leo a un premio Nobel siento que navego en un velero, me dejo llevar por el viento, sin apuro y disfrutando del viaje.

Atraer, Atrapar y Amarrar
Hace años desarrolle un sistema que consiste en tres pasos, Atraer, Atrapar y Amarrar, que es la fórmula que utilizan los grandes “atrapadores de lectores”.
Debes considerar que este sistema nace en el momento de sentarse a escribir, y tal vez antes, no lo podemos aplicar al final, porque deberíamos cambiar todo el orden y forma de narrar la historia.
Esto es muy importante porque antes de comenzar a escribir tu historia debes plantearte los objetivos del libro… no el contenido, no los personajes, no la trama, sino debes analizar el fruto que deseas obtener del libro (si apuntas a la gran obra literaria que merezca un Premio Nobel o el gran libro que venda millones de ejemplares y acreciente tu cuenta bancaria)…
Si la respuesta es: “escribo porque me gusta”, “escribo porque quiero contar mi historia”, “escribo porque siento la necesidad de compartir mis relatos”, está muy bien, pero lograras atrapar a un reducido público que desea conocer estos relatos magistrales…
Si la respuesta es: “escribo para llegar al gran público”, “escribo para vender muchos libros”, “escribo para que los lectores esperen mi próximo libro”, entonces debes cambiar totalmente tu forma de pensar antes de escribir un libro… desde la narración, la escenografía, los personajes, la trama, hasta el diseño de la obra y el desarrollo de cada capítulo…
Atraer al lector, es sorprenderlo con la portada, impactarlo con el título, intrigarlo con la contraportada.
Atrapar al lector, es crear la intriga, desde el prólogo, necesaria para que el lector no pueda dejar de leer, y su cerebro pida más respuestas a infinidad de preguntas.
Amarrar al lector, es manipular la trama y sub-trama de la historia creando una dependencia casi narcótica entre el lector y la obra.

Para más datos ingresa a
www.windmillseditions.com/carta
Hasta la semana próxima

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