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¡Llegaron las fiestas decembrinas!

Llegó el fin de año, y junto con la alegría de las fiestas también vienen semanas enteras de comidas abundantes, bebidas embriagantes y desvelos. Quizá la primera semana salgamos bien libradas del trance, pero conforme avanzan los días y al llegar a la rosca de Reyes, los estragos de la temporada ya tienen efectos en nuestra salud.

Obesidad

y enfermedades

En muchas de nosotras, el más notorio de los resultados es el aumento de peso. Los especialistas estiman que durante las celebraciones, las personas tienden a subir entre dos y cuatro kilos. Desafortunadamente perder ese sobrepeso puede tomarnos hasta tres meses. Este incremento corporal no sólo es consecuencia de comer más, sino de cambiar nuestra alimentación por los platillos típicos de la temporada que tanto disfrutamos y lo poco que nos ejercitamos.

Sin embargo, unos kilitos de más no son la única consecuencia de las fiestas. Las repetidas cenas con los amigos, las celebraciones de la empresa y el inicio de las posadas son reuniones hasta altas horas de la noche que ocasionan desvelos y falta de actividad física. Esto, aunado al estrés de la época y los cambios bruscos de temperatura, pueden afectar el sistema inmunológico, haciéndonos más propensos a enfermedades, en especial del sistema respiratorio.

Hábitos sanos desde ahora

Para mantener un buen estado de salud, es recomendable perseverar hasta el último día del año en los hábitos sanos que nos hicimos como propósitos en enero, entre ellos hacer ejercicio y comer de forma sana y moderada.

Duerme lo suficiente. Para evitar la baja de defensas del sistema inmunológico, es recomendable dormir ocho horas diarias y evitar noches seguidas de desvelo.

Prevén los resfriados. Limita tu exposición al frío. Usa ropa que mantenga el calor corporal pero sin sudar. Al salir de un espacio cerrado, cúbrete cabeza, cuello, nariz y boca. Evita mojarte, pero si esto te llegara a ocurrir, cámbiate con ropa seca lo más pronto posible.

No dejes de hacer ejercicio. Terminar bien el año e iniciar en forma el 2009 es posible si haces ejercicio por lo menos 30 minutos al día. Si no puedes salir a correr por las bajas temperaturas o ir al gimnasio, basta con seguir una rutina de ejercicios en casa que incluya abdominales y movimientos de brazos y piernas.

Mejora tu digestión. De acuerdo con la nutrióloga Adelaida López, en esta época de manjares navideños no masticamos bien los alimentos. Esto nos hace comer más, ya que nos hace necesitar mayores porciones para sentirnos satisfechos.

Cuidado con los dulces y bebidas calientes. Los turrones, mazapanes, chocolates calientes y malvaviscos tienen un alto contenido en calorías, grasas y muy poca fibra. Por lo tanto, más vale sólo probarlos sin excederte en su consumo.

Consume suficientes nutrientes. Procura tener una alimentación equilibrada y refuérzala con algún complemento alimenticio como Enutrè, que te asegure ingerir correctamente las vitaminas, minerales, proteínas y energía que tu cuerpo requiere para su buen funcionamiento.

Ingiere más fibra. Recuerda que la fibra favorece la digestión y ayuda a combatir enfermedades como la colitis. La papaya y piña también son una buena opción, pues contienen enzimas que favorecen la digestión y son un rico postre.

Cuida las cantidades. De nada sirve privarte del nutritivo desayuno y una rica comida si por la noche cenarás en exceso. Mejor come más frutas y verduras, especialmente aquellas ricas en vitaminas A y C que ayudan a reforzar tu sistema inmunológico, y por la noche sírvete de forma moderada.

Modera tu consumo de alcohol. Aun en pequeñas porciones, el alcohol no sólo provoca daños al organismo, sino que si manejas pones en riesgo la seguridad de las personas a tu alrededor.

¡Felices fiestas!

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