Líderes Que Dejan Legado

En la ciudad de Palm Desert, hoy se cierra un ciclo de 24 años de amor y cuidado hacia los cientos de niños que pasaron por Delgado Family Childcare durante más de dos décadas.
Margarita Delgado y su hermana Denise Cabanas, boricuas, maestras de Educación Temprana (ECE), que sirvieron con pasión a los niños y familias del valle de Coachella que pasaron por su hogar. Ambas, siempre dedicadas y esforzadas por seguir preparándose para así ofrecer no solo cuidado de calidad, sino enseñar a los niños a través del juego.
Denise, quien fungió como Detective en el cuerpo policiaco de Nueva York hasta su jubilación temprana debido a un accidente de trabajo durante una persecución, obtuvo su diploma de maestra de educación temprana en el Colegio del Desierto para poder junto con su hermana Margarita, mejor conocida como Ms. Margie, operar su centro de cuidados; trabajo que llevó a cabo hasta hace 3 años, cuando una enfermedad terminal acortó su vida.
“Denise era una persona muy alegre y optimista, siempre le buscaba el lado bueno a las cosas y en los momentos mas serios sacaba un chiste para relajar el ambiente,” dice Ms Margie con una sonrisa en su rostro al recordar a su amada hermana Ms. Denise.
Al preguntarle a Ms Margie, quien debido a su condición médica se ha visto forzada a cerrar su adorada guardería este 2021, ¿cuál sería su consejo para quienes desean incursar en el cuidado de niños? Ella responde inmediatamente y sin pensarlo dos veces: “Tener vocación y amor, y sobre todo, respetar a los niños.” Ella prosigue diciendo, “siempre escuchar a los niños y poner atención a lo que dicen y hacen o a lo que les pasa. A veces uno puede ser la única persona que se de cuenta y denuncie un abuso a tiempo para salvar a ese niño.”
Ms Margie, al mirar su hogar ya casi vacío, pues está a punto de mudarse a vivir con su hijo en Orange County, no puede evitar llorar y añorar esos días en los que como ella dice, “aún tenía la energía y la salud para correr y jugar con ellos.”
“El equipo de mi guardería, el cuál acumulé a lo largo de 24 años de carrera, lo he donado en su totalidad a una persona que hoy comienza su propia carrera en el cuidado de niños. Me aligera un poco la tristeza saber que cuando yo ya no esté aquí, mi legado continuará a través de ella.”

 

 

In the city of Palm Desert, today closes a 24-year cycle of love and care for the hundreds of children who have passed through Delgado Family Childcare for more than two decades.
Margarita Delgado and her sister Denise Cabanas, Puerto Ricans, Early Childhood Education (ECE) teachers, who passionately served the children and families of the Coachella Valley who passed through their home. Both were always dedicated and striving to continue preparing in order to offer not only quality care, but also to teach children through play.
Denise, who served as a Detective in the New York Police Force until her early retirement due to a work accident during a manhunt, earned her early childhood education teaching diploma from College of the Desert, to be able to along with her sister Margarita, better-known as Ms. Margie, operate her childcare center; work that she carried out until 3 years ago, when a terminal illness shortened her life.
“Denise was a very happy and optimistic person, she always looked for the good side of things and in the most serious moments she would draw a joke to relax the atmosphere,” says Ms. Margie with a smile on her face as she remembers her beloved sister Ms. Denise.
When I asked Ms. Margie, who due to her medical condition has been forced to close her treasured childcare in 2021, what would her advice be for those who want to venture into childcare? She responds immediately and without hesitating says: “Have a calling and love, and above all, respect the children.” She goes on to say, “always listen to the children and pay attention to what they say and do or what happens to them. Sometimes you can be the only person who notices and reports abuse in time to save that child.”
Ms. Margie, looking at her now almost empty home, as she is about to move to live with her son in Orange County, cannot help but cry and long for those days when, as she says, “I still had the energy and health to run and play with them.”
“My daycare equipment, which I have accumulated over a 24-year career, I have donated in its entirety to a person who today begins her own career in childcare. It lightens my sadness a bit knowing that when I am no longer here, my legacy will continue through her.”