
Liderazgo con Corazón
Apreciables
líderes mundiales:
¿Qué sucedería si cada ser humano tuviera definido sus destrezas y trabajara a diario fortaleciéndolas?
¿Qué respondería en este preciso momento, si le preguntara que nombre tres destrezas que lo definen como un líder y por qué?
Esas fortalezas son palabras que le definen en palabra y acción. Por ejemplo, digamos que María provee buen servicio al cliente. Esa es una fortaleza que ella debe de aplicar en su trabajo para que sea efectiva y desarrolle mejores fortalezas, al mismo tiempo que disfruta hacer lo que le gusta. Si todos supiéramos cuales son nuestras fortalezas y las aplicáramos de acuerdo al interés y necesidad, entonces, seríamos una sociedad más productiva. Imagínese que todos los empleadores seleccionarán personal de acuerdo a las necesidades de la organización y habilidades del trabajador, definitivamente, que el nivel de productividad aumentaría, los empleadores disfrutarían más su trabajo, hubiera ambientes laborales más amenos y menos ausentismo. ¿Usted cree que estas suposiciones son reales? Pues claro que sí. La próxima semana continuaremos con este tema y las estadísticas relacionadas a Fortaleza-aplicación-productividad.
He encontrado que describir habilidades, cualidades, y/o fortalezas propias no es trabajo fácil, ya que es difícil autoevaluarse y hablar cosas buenas de uno mismo. Sin embargo, un líder debe de poseer confianza de sus habilidades, cualidades, y fortalezas, si no, ¿cómo podrá empoderar a otros?
Por lo general, los líderes son modestos y no demuestran ser egocéntricos, al menos, el líder auténtico posee un don de ser noble, humilde, y modesto con sus fortalezas, y no es prepotente, exigente, o llama mucho la atención, sino que es silencioso y cuidadoso con palabras mientras que sus acciones hablan por sí mismas.
¡Mientras tanto, te invito a que no dejes de escribir tu próxima historia!
María, M.Ed.