
Lejos de la casa paterna
Verónica Piña Jarillo
Noemí y Santiago se acaban de casar y después de su boda se mudaron de sus casas de origen al departamento que ambos compraron. Ella dice: “Estoy feliz, porque durante nuestro noviazgo imaginamos y planeamos el día de tener nuestro propio hogar, pero a veces, me siento triste, porque extraño todo lo que tenía cuando vivía con mis padres y, sobre todo, la convivencia diaria con mi mamá. Sin embargo, los pequeños detalles que mi esposo tiene conmigo hacen más sencillo este periodo de adaptación”.
No es fácil dejar atrás la casa paterna. Los recuerdos de los momentos de convivencia, de las historias, de los objetos y de los aromas, pueden dar lugar a la nostalgia. Manuel González Oscoy, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala al respecto: “El periodo de adaptación va de seis meses a un año y se necesita una buena comunicación para compatibilizar la rutina, manejar los tiempos, las obligaciones y las actividades que cada uno desempeñará en el nuevo hogar”.
Sentirse nostálgicos por lo que se ha dejado atrás es natural, pero para ayudarte a superarlo, el experto sugiere: “Lo mejor ante estos momentos de tristeza es considerar que se están colocando los cimientos de la nueva familia. Si la pareja se encuentra ante una decisión libre y planeada, se facilita la adaptación, porque la situación no incluye una separación o un abandono de la casa paterna. Lo más adecuado para la pareja en este punto, es llegar a la creación de acuerdos para manejar los tiempos de convivio con los seres queridos de cada uno, y preservar un tiempo para ellos mismos”.
Y puntualiza: “Hay diversas cuestiones en el aspecto de la comunicación que normalmente se hablan, incluso, antes del establecimiento de la pareja. Es conveniente que, aún cuando ciertos temas se hayan platicado antes de la formación del nuevo hogar, se retomen y se realicen los ajustes necesarios, de acuerdo con las circunstancias. Una pareja que va a pasar el primer cumpleaños fuera de su casa de origen puede empezar a platicar, por ejemplo, dónde van a pasar esta fecha”.
Este proceso de cambio es producto del cariño y las ganas de estar con tu pareja, por lo que es un hecho que traerá beneficios para ambos. “En los momentos de añoranza, hay que tener claras las razones, emociones y objetivos que acompañan a este proceso, como pueden ser el amor, el bienestar y la esperanza de construir una buena familia, lo que puede ayudar a mitigar un poco la tristeza del reacomodo”, afirma el especialista.
La comunicación constante con tus padres y hermanos te ayudarán a sentirte mejor y fortalecer los lazos, pese a la distancia. Además, recuerda: Las puertas de tu casa paterna estarán siempre abiertas para ti.
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