
La tarea de ser totalmente mamá
Claudia Cortazar
Abigail tiene 31 años y es la joven madre de una pequeña de casi seis años. Como muchas otras mujeres, pero no por ello menos ejemplar, le ha tocado asumir la responsabilidad de formar y salvaguardar el bienestar de su pequeña. A los 25 años supo que estaba embarazada y, aunque en un principio su pareja la apoyó, esta situación cambió y Abigail se encontró sola, enfrentando la mayor experiencia de su vida: el nacimiento de su hija.
También tuvo que aprender a hacer magia con el dinero y el tiempo, durante 5 años ha vivido enfrentando reto tras reto para seguir sosteniendo su pequeña familia. “Tener una familia hasta hoy me ha costado mucho trabajo –afirma- pero el nacimiento de mi hija no ha sido un error, todo lo contrario, es la mayor bendición de mi vida. Ella siempre despierta con una sonrisa y eso me ha enseñado mucho, entre otras cosas: gratitud”.
Historias como esta hay muchas, todas llenas de ejemplos de valor, amor y trabajo, que protagonizan mujeres que por diversas situaciones les toca asumir la responsabilidad de ser cabeza de familia.
Los niños preguntan
En la actualidad ya no es un motivo de sorpresa, ni para la sociedad ni para los propios niños el hecho de que vivan solamente con su madre, asumen que hoy las familias pueden integrarse de distintas maneras y que sin duda, la mejor es a la que ellos pertenecen.
Sin embargo, si tú estás en esta situación es posible que una de tus principales preocupaciones sea la manera en que abordarás con tu hijo el tema de la ausencia de su papá y que en tu deseo de no herir sus sentimientos busques postergar la respuesta, pero recuerda que nada es mejor que la verdad y al plantearle a tu hijo la situación real, de acuerdo a su edad y respondiendo claramente a sus dudas, le estarás dando las herramientas necesarias para que lo asuma de una manera natural, que no dañe su autoestima y por otro lado, formas un puente de comunicación en el que la confianza y la sinceridad serán la base.
Es importante para cualquier niño hablar de cómo se sienten ante la falta o ausencia de un padre, de lo que ocurre con sus amigos y lo que ellos opinan o les dicen, si se crea un puente de comunicación contigo o con cualquier otro adulto de confianza (los abuelos o tíos por ejemplo) se sentirá mucho más estable y feliz.
Creer que requieren de una educación diferente es un error común, los pequeños deben educarse como cualquier otro niño, con amor, con respeto y sobre todo con verdades. La diferencia radica en que el peso de la educación recae en una sola persona y no hay con quién comentar formas de educación o llegar a acuerdos al respecto. No hay quien nos diga que nos excedimos o que somos demasiado benevolentes. Sin embargo, las bases educativas deberán ser igual que para el resto de los pequeños.
Cifras que
sorprenden
Las madres solas, en sentido estricto, son aquéllas que se encargan de la crianza y educación de los hijos sin la participación afectiva y económica del padre. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) de los 22.8 millones de mujeres mexicanas que son madres, casi 22 por ciento son solteras, separadas, divorciadas o viudas.
Como verás los motivos por los que este alto porcentaje de mujeres se encuentran solas y haciendo frente a su hogar, pueden ser muy variados, pero más allá de buscar causas es un hecho que han sabido responder positivamente.
Sin importar el estado civil, la tarea de una madre es una de las más difíciles, que requiere de altas dosis de amor, compromiso, responsabilidad y dedicación, pero que al mismo tiempo brinda una serie de satisfacciones que te acompañarán a lo largo de su desarrollo.
Enfrenta con pasión y orgullo la misión de ser mamá, te sorprenderás de cómo enriquece tu vida esta maravillosa experiencia.
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