LA SECRETARIA DE EDUCACIÓN SPELLINGS DA A CONOCER NUEVAS DIRECTRICES RELATIVAS A LA EDUCACIÓN ESPECIAL Y DETALLA UNA POLÍTICA VIABLE “DE SENTIDO COMÚN” PARA AYUDAR A LOS ESTADOS A IMPLEMENTAR QUE NINGÚN NIÑO SE QUEDE ATRÁS

Las directrices reflejan la última investigación científica para ayudar a los estudiantes con discapacidades

Los estados siguen haciéndose responsables de los resultados de todos los estudiantes

La Secretaria de Educación de EEUU Margaret Spellings dio a conocer los detalles de una nueva política de Que Ningún Niño Se Quede Atrás que tiene por objetivo ayudar a los estados a asistir mejor a los estudiantes con discapacidades, y se comprometió a seguir colaborando con los estados para garantizar que cuenten con la flexibilidad necesaria para elevar el rendimiento académico de los estudiantes. Las directrices dan seguimiento al anuncio adelantado por la Secretaria el mes pasado ante los jefes de escuelas de los estados en el cual afirmó que daría a los estados otras alternativas y flexibilidad adicional para implementar Que Ningún Niño Se Quede Atrás.

Las nuevas directrices reflejan la última investigación científica según la cual el 2 por ciento de los estudiantes con discapacidades académicas pueden hacer progreso hacia los criterios mínimos de su correspondiente grado cuando reciben instrucción de alta calidad y evaluaciones modificadas. Con la nueva opción de flexibilidad anunciada hoy, los estados aptos pueden ajustar sus propios objetivos para que éstos reflejen la necesidad de evaluaciones modificadas. Esta política es distinta a la regulación vigente conforme a la cual se permite a un máximo del 1 por ciento de todos los estudiantes que se examinan (los que tienen las discapacidades cognitivas más considerables)tomar una evaluación alternativa.

“Hay una nueva ecuación en el Departamento de Educación: los principios de los puntos brillantes y fundamentales de Que Ningún Niño Se Quede Atrás, tales como los exámenes anuales y la publicación de datos por subgrupos, más el rendimiento académico de los estudiantes y el estrechamiento de la brecha en el rendimiento, más políticas estatales de educación sólidas en general , es igual a un nuevo enfoque de sentido común a la implementación de la ley. Las directrices para la educación [especial] hoy son el primer ejemplo de este nuevo enfoque,” dijo la Secretaria Spellings.

“Con esta política, que se finalizará con una nueva regla, se permitirá a los estudiantes con discapacidades académicas tomar exámenes orientados específicamente hacia sus habilidades, siempre y cuando el estado esté esforzándose por servir mejor a esos estudiantes al proporcionar a los maestros capacitación rigurosa basada en la investigación, mejorar las evaluaciones y organizar colaboraciones entre la educación especial y los maestros en los salones de clase,” siguió la Secretaria Spellings. “Si defienden a los estudiantes y dan mejor instrucción y evaluación, los apoyaremos.”

“La investigación reciente de los Institutos Nacionales de Salud indica claramente que la buena instrucción de hecho mejora el aprendizaje del estudiante. Nuevos programas de instrucción con base en evidencias, orientados hacia las necesidades de niños individuales están abriendo las puertas para estudiantes que jamás en la vida habían tenido la oportunidad de triunfar académicamente. Los avances recientes en las intervenciones médicas también prometen bastante para muchos de nuestros estudiantes con discapacidades más considerables.”

Las nuevas directrices señalan el proceso por el cual los estados aptos pueden implementar esta nueva política en el corto plazo hasta que el Departamento publique las regulaciones definitivas sobre la política.

Opciones a corto plazo

Los estados que cumplen con las condiciones pueden ajustar sus propios objetivos de progreso del año escolar 2005-06, es decir el Progreso Anual Adecuado conocido por sus siglas en inglés AYP Adequate Yearly Progress, para los estudiantes con discapacidades, basándose en las evaluaciones del año escolar 2004-05. Esta opción sólo se aplica a las escuelas o los distritos escolares que no hicieron progreso anual adecuado sólo en base a los puntajes del subgrupo de estudiantes con discapacidades. Los estados aptos que actualmente evalúan a los estudiantes basándose en criterios de rendimiento modificados podrán usar esas evaluaciones para los cálculos de AYP este año. Sólo los estados que pretenden elaborar criterios y evaluaciones de rendimiento modificados son aptos para la flexibilidad a corto plazo.

Las directrices sobre las condiciones incluyen lo siguiente:

•Cada estado debe cumplir con aquellos requisitos del Título I e IDEA que están directamente relacionados con el rendimiento y la instrucción para toda la gama de estudiantes con discapacidades, entre lo cual se incluye:

•La tasa de participación de los estudiantes con discapacidades en el estado debe ser igual o superior al 95 por ciento para poder medir el AYP;

•Los estudiantes con discapacidades deben disponer de acomodamientos adecuados;

•Los estudiantes con discapacidades que no pueden participar en la evaluación normal, ni con acomodamientos, deben disponer de evaluaciones alternativas en lectura y expresión oral y escrita y matemáticas, y los resultados de esas evaluaciones deben publicarse; y

•El tamaño del subgrupo de estudiantes con discapacidades del estado debe ser igual al de otros grupos de estudiantes.

•Cada estado solicitaría enmendar su plan de responsabilidad y daría detalles sobre las acciones tomadas para elevar el rendimiento de los estudiantes con discapacidades, y señalaría evidencias de que tales esfuerzos están mejorando el rendimiento de los estudiantes.

Política a largo plazo

El departamento está elaborando una regulación para implementar la nueva política y publicará el aviso de propuesta de regla para solicitar comentarios de los distritos escolares locales, los padres y otras personas antes de dar carácter definitivo a la regulación.

La regulación tiene por objetivo:

•Garantizar que los estados exijan a estos estudiantes el cumplimiento con estimulantes criterios de rendimiento, aunque éstos sean modificados, que les permitan acercarse, e incluso cumplir con los criterios del nivel correspondiente a su grado;

•Asegurar el acceso al currículo general para garantizar que los estudiantes se enseñen con los mismos criterios rigurosos;

•Medir el progreso con evaluaciones alternativas de alta calidad para que los padres confíen en que sus estudiantes están aprendiendo y superándose;

•Dar orientación y capacitación a equipos del Programa de Educación Individualizada (IEP, Individualized Education Program) para identificar a estos estudiantes debidamente; y

•Dar desarrollo profesional a los maestros convencionales y de educación especial.

Los estados deben continuar cumpliendo con los requisitos de Que Ningún Niño Se Quede Atrás relacionados con las discapacidades.

Para aumentar la capacidad del estado de dar rigurosas evaluaciones, instrucción y rendición de cuentas a los estudiantes con discapacidades, el Departamento de Educación canalizará $14 millones destinados a mejorar las evaluaciones, ayudar a los maestros con la instrucción, y realizar investigación para los estudiantes con discapacidades que deben cumplir con criterios alternativos y modificados en 2005. Se canalizarán fondos adicionales en 2006.

Que Ningún Niño Se Quede Atrás es la histórica ley de reforma educativa bipartidista que tiene por objeto cambiar la cultura de las escuelas de los Estados Unidos de América cerrando la brecha entre los grupos de estudiantes, ofreciendo mayor flexibilidad a los estados, dando a los padres más opciones y enseñando a los estudiantes con base en lo eficaz. Con las firmes disposiciones de rendición de cuentas contenidas en la ley, los estados deben describir cómo cerrarán la brecha en el rendimiento y garantizar que todos los estudiantes, incluidos los que tienen discapacidades, se superen en el ámbito académico.

Se puede ver más información sobre la nueva política y la Ley Que Ningún Niño Se Quede Atrás en www.ed.gov .

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