La Hipnosis del Amor

Hablemos sobre la hipnosis, y lo que le sucedería a una persona hipnotizada. Muchos profesionales de la salud niegan las terapias con hipnosis debido al desconocimiento de sus beneficios.
La hipnosis no es una terapia que solucione todos los conflictos. La hipnosis sólo es una herramienta más dentro de las muchas que utiliza la Psicología, y es empleada por los Profesionales de la salud dentro de su práctica terapéutica. Cada persona puede ser hipnotizada por un método distinto, no siempre con la misma técnica de relajación.
Empezaremos diciendo que el ser humano tiene dos personalidades a las que llamamos “A” y “B”. Cada una está ubicada en un hemisferio cerebral creando una bipolaridad de inteligencias. Es decir, que somos dos conciencias habitando en un solo cuerpo. La Hipnosis es hacer actuar al Cuerpo sólo con una de ellas.
Todos los seres con dos hemisferios cerebrales son susceptibles de ser hipnotizados. Por lo tanto, cualquier persona puede ser hipnotizada por cualquiera de las diferentes técnicas, tal como se usan en la propaganda mediática, política, militar, económica o religiosa.
La personalidad hipnotizada está más consciente que nunca. Se agudiza su concentración y la focaliza de una forma poco usual. Pero solo una de ellas (A o B) puede quedar en control del Cuerpo. Se trata de dos personas totalmente diferentes habitando en un sólo departamento.
El trance sucederá en forma proporcional a su interés y no siempre al 100%. Todo depende de la atención y el interés que manifiesten (A o B) a lo que se les expone. El secreto es capturar toda su atención, y este procedimiento se aplica para disociar las personalidades.
Para ser hipnotizado no se necesita tener los ojos cerrados. Pero al cerrar los ojos se facilita la concentración y bajan las frecuencias del ritmo cerebral. Pero se puede hipnotizar a una persona con los ojos abiertos, esa es la forma más utilizada por los medios.
Una persona en trance puede hablar, abrir los ojos, moverse, andar, correr, trabajar, hacer el amor, etc. Nadie podría notarlo, y podría durar así por varios días o semanas. La mayoría de la gente tiene dificultad para recordar lo que sucedió estando en trance, algunas personas presentan una amnesia temporal.
La personalidad (A o B) hipnotizada, puede salir del trance por sí misma, pues la conciencia no se pierde. La persona se daría cuenta que debe salir del estado hipnótico o bien caería en un sueño fisiológico del que posteriormente despertaría.
Las personas hipnotizadas no se hallan dominadas por el agente hipnotizador, sino de su propia fantasía, y de acuerdo a ella tomarán sus decisiones. Si se le sugiere algo que esté fuera de su deseo o de su código de conducta, saldría de inmediato del estado hipnótico. Es decir, las personalidades (A o B) solo obedecen a lo que les fascina.
Algunas personas creen que una vez hipnotizadas pueden recordar con precisión absoluta todas las experiencias pasadas, pero esto es proporcional a su entrenamiento. Y todo dependerá de la personalidad en trance, ya que ambas tienen memorias diferentes. Una de ellas tiene capacidad para pensar en forma lineal y la otra en forma vectorial.
Finalmente, entendamos que relajación, meditación, oración y AMOR, son el mismo fenómeno físico de bajar la frecuencia del ritmo cerebral y entrar en trance hipnótico. Por lo tanto, nunca nos enamoramos de nuestro ser amado, sino de la fantasía que hemos creado de él… o de ella…