La felicidad está en tu hemisferio izquierdo

La felicidad está en tu hemisferio izquierdo

El verdadero hogar de nuestros sentimientos y emociones no se asienta en el corazón, sino en el cerebro. Es más, tal y como nos revelan estudios recientes, buena parte de tu felicidad está en el hemisferio izquierdo. Así, cada vez que nos sentimos entusiastas, llenos de energía, positividad y esperanza, el área que presenta mayor neuroactividad es precisamente la corteza prefrontal izquierda.
Por sí mismo, el tema no deja de ser interesante. Daniel Goleman hablaba de ello en un artículo del New York Times y explicaba, por ejemplo, cómo en los últimos años la neurociencia, la psicología, el budismo y la espiritualidad estaban uniendo lazos para hallar respuestas desde disciplinas en apariencia distantes.
Se sabe que en mayo del 2000 aconteció una reunión tan productiva como gratificante. El Dalai Lama se reunió con los mejores neurólogos y psicólogos del momento con un propósito. Con un fin elevado a la vez que práctico: conocer cómo maneja el budismo las emociones negativas, saber qué ocurre en el cerebro de una persona habituada a practicar la meditación y a usar (en apariencia) un enfoque mental basado en la bondad, el altruismo y la felicidad.
Aquel encuentro duró cinco días, en un escenario apartado de Dharamsala, en la India. Lo cierto es que fue muy fructífero para uno de aquellos científicos. El doctor Richard Davidson, director del Laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad de Wisconsin, y autor de libros como El perfil emocional de tu cerebro, se fue de allí con una hipótesis de trabajo.

La felicidad está en
tu hemisferio izquierdo
El doctor Richardson es famoso por sus investigaciones en neurociencia afectiva. Después de años de trabajo y análisis en su laboratorio de la Universidad de Wisconsin, repite en sus conferencias una frase, un mismo comentario: la base de un cerebro sano es la bondad. A día de hoy, preside a su vez el Centro de Investigación de Mentes Saludables en la misma universidad y es habitual también que cada poco tiempo nos sorprenda con una nueva revelación.
Por ejemplo, en el 2008, cuando uno de sus estudios se centró en demostrar la relación entre la neuroplasticidad y las técnicas de meditación. Es decir, aquellas personas habituadas a llevar a cabo esta práctica durante una buena parte de su vida (no vale con iniciarse en la meditación de un día para otro) presentan una mayor actividad eléctrica, mayor capacidad para concentrarse, aprender y generar nuevas conexiones neuronales.
Por otro lado, si nos remitimos a su libro The Emotional Life of Your Brain (El perfil emocional de tu cerebro) del 2012, encontramos una de sus teorías más interesantes. Esa que nos dice sencillamente, que la felicidad está en tu hemisferio izquierdo del cerebro. Veamos más datos sobre esta idea.

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