Juan Celaya no se Apostó y Terminó Ganando

Juan Celaya no se Apostó y Terminó Ganando

Juan Celaya vino a Perú con la idea de ‘foguearse’ entre los grandes, pero para su sorpresa, terminó siendo el ‘grande’ en Lima, los primeros Juegos Panamericanos para este clavadista mexicano de 20 años, quien cambió la alberca por la fosa a la edad de 8, porque se enamoró de ver “las maromas y los giros en el aire” y que ahora apunta a lo más grande… una medalla olímpica.
“Yo siento que superé mis expectativas. Yo sólo venía por una experiencia más de competencias con los grandes, pero estoy muchísimo más que contento por estos logros”, afirma con sus tres preseas colgadas en el cuello… tres metales con tres significados… “alegría, orgullo y constancia”.
“Es un orgullo tremendo sujetar estas medallas con este uniforme de México”, describe a ESPN y después cuenta su historia; la que inició en Monterrey cuando era un niño de ocho años”, afirmó el ganador del trampolín de 1m, 3m sincronizados y segundo en el individual de 3m.
“Empecé clavados viendo desde la alberca a mi hermana y a otros clavadistas echando maromas, haciendo giros en el aire y le dije a mi mamá… yo también quiero hacer maromas en el aire.
“Mis primeros logros fueron las Olimpiadas Nacionales; dos platas y dos bronces en 2008, el siguiente año hubo Campeonato Panamericano Jr. Y yo el novato, el nuevo, el niño, traje tres medallas de oro y ahí empecé mis competencias internacionales y empecé a agarrar el sabor por el triunfo y me enamoré más del deporte”.

Juan, regio, pero seguidor de los Pumas, amante del cine y quien no sabe “estar quieto por más de dos minutos”, señaló que vive un sueño al ahora ser parte de un equipo en el que sus ídolos ahora son sus compañeros…

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