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Jason Garrett es culpable por el desastre ofensivo de los Cowboys

Jason Garrett, contratado por los Dallas Cowboys como una mente ofensiva innovadora y encargado de enviar sus jugadas en el 2007, dirige la ofensiva más patética de la NFL.
Los San Francisco 49ers han anotado menos puntos y los Indianapolis Colts han sumado menos yardas, sin embargo, ninguna de esas malas ofensivas tuvieron a tres linieros ofensivos seleccionados al Pro Bowl, no contaron con el ala cerrada Jason Witten por 16 partidos y Dez Bryant por 10 juegos cuando los playoffs aún eran una posibilidad.
Ninguna ofensiva en la liga ha hecho menos con más que el grupo de Garrett. Los números que más importan para Garrett son peor que patéticos.
Los Cowboys han anotado apenas 252 puntos, ubicándose en la posición N° 31 de la NFL, y están en el último lugar de la NFL en porcentaje de touchdowns en la zona roja (41.4) y jugadas de pase de 20 yardas o más (32).
Esta es la peor ofensiva desde que Jerry Jones llevó a Garrett a su equipo como coordinador ofensivo. Garrett nunca había estado a cargo de una ofensiva que hubiese anotado menos de 361 puntos antes de esta temporada. Las últimas dos campañas, los Cowboys anotaron 439 y 467 puntos, respectivamente.

Claro, Scott Linehan llama las jugadas, pero esta es la ofensiva de Garrett y se merece el crédito cuando funciona y la culpa cuando no es así. Linehan no está haciendo nada con la ofensiva o con las llamadas de jugadas que Garrett no quiera.
La respuesta obvia para este problema –la sencilla– es que Tony Romo ha iniciado y terminado solamente dos partidos, y los Cowboys ganaron ambos.

¿Y entonces?

Si la ofensiva de Garrett no puede funcionar sin Romo bajo centro, donde de manera consistente lleva a la ofensiva a su mejor nivel, entonces no vale nada.

Garrett adora decir que la ofensiva de los Cowboys es flexible, capaz de aprovechar cualquier duelo generado por una formación. Pero es un esquema que basado en la sincronización que depende casi en su totalidad de que un receptor o corredor gane un duelo personal.

Eso es fantástico cuando Troy Aikman, Michael Irvin, Emmitt Smith y Jay Novacek son el eje de la ofensiva. Y está bien cuando Romo, Bryant, DeMarco Murray y Witten son las piezas centrales en el plan de juego.

Pero hemos visto lo que sucede cuando los Cowboys no tienen una ventaja importante de habilidad en la posición de receptor, corredor o mariscal de campo. La ofensiva se vuelve miserable.

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