
Indocumentados no acuden al médico por temor o alto costo
Los costos prohibitivos, las barreras lingüísticas, los estereotipos y el miedo a darse a conocer como indocumentados son algunas de las razones de por qué los trabajadores inmigrantes no buscan atención médica. Y aquellos que logran mantenerse saludables lo atribuyeron a la mera ‘suerte’.
Son algunas de las conclusiones de un estudio por el Instituto Greenlining en Berkeley.
La Ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare, niega el acceso a seguros de salud subsidiados a indocumentados, lo que ha significado que 1 millón de ellos sigan viviendo con el temor a una enfermedad o lesión.
Greenlining entrevistó a un grupo de inmigrantes provenientes de diversas etnias, entre ellos mexicanos, salvadoreños, coreanos, vietnamitas, nigerianos y filipinos. “Teníamos miedo de ir al hospital a causa de la cantidad de dinero que tendríamos que pagar, por lo que no es una opción para nosotros”, dijo uno de ellos.
A la pregunta de ¿qué hacen cuando se enferman?, participantes respondieron que compran medicina que no requiere receta médica, se quedan en casa descansando y utilizan remedios caseros, mientras que solo buscan atención médica cuando la condición empeora y “a veces a niveles casi fatales”, dice el estudio.
“Realmente no voy al médico porque es caro, a menos que sea [algo] muy, muy malo. No he tenido un chequeo durante años hasta que empecé la universidad, pero hasta ese momento yo no fui durante años”, dijo otro entrevistado.
El estudio indica que ésta falta de acceso ha marginado severamente a la comunidad indocumentada a pesar de su “crítico papel en el suministro de alimentos para todos los californianos: más de la mitad de los trabajadores agrícolas son indocumentados”. A2
Estos contribuyen más en impuestos que lo que el gobierno federal gasta en servicios para ellos.
Varios de los entrevistados atribuyeron su bienestar a la suerte y la buena fortuna.
“Esa es la gran disparidad que vemos, disparidad en el entendimiento y el deseo de ayudar a miembros de nuestra comunidad, nuestros vecinos. Ellos contribuyen en una gran medida y lo menos que podemos hacer es darles [acceso a la] salud”, dijo Anthony Galace, uno de los autores del estudio.