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Imperativo replantear pragmáticamente la vecindad con América del Norte

En la relación bilateral prevalece a decir de la maestra Isabel Stunder plantea un supuesto erróneo de que la creciente intensidad y proliferación de los contactos bilaterales ,así como la diversificación de la agenda bilateral son, en sí mismos, indicadores de madurez en la relación bilateral, cuando en realidad un análisis más profundo sobre el contenido de los proyectos bilaterales y sus resultados, evaluados a la luz de los intereses fundamentales de cada país, muestra que la relación ocupa un lugar marginal en el marco general de la política exterior de cada uno de ellos.

Siguiendo a la autora, seguimos siendo socios desconocidos. Aunque existen dos visiones opuestas respecto a la relación México-Canadá. La primera, compartida sobre todo en círculos gubernamentales, es la de una relación dinámica y madura que se ha convertido en estratégica para los dos países; la segunda, la de una relación aún incipiente, débil e intangible, incluso “incompleta” en cuanto a su potencial, a pesar de los esfuerzos que los dos gobiernos han realizado por ampliarla.

A pesar de una mayor institucionalización de los múltiples contactos bilaterales; la definición de prioridades y proyectos específicos; el marco de acción trilateral de América del Norte, demuestran, ninguna de estas propuestas ha prosperado incluso aquellas iniciativas de política exterior en las que coinciden los intereses de ambos países en foros multilaterales o regionales.

Preocupantes es que a pesar de la multiplicidad de contactos, y con una vocación de ímpetu por interactuar con el socio, se volcó un intercambio institucional sin una interrelación exhaustiva de los intereses comunes, más bien se limitó a estimular un multiplicidad de contactos formales e informales, en todos los niveles burocráticos, también se volvieron más frecuentes11 y más activas, mediante la creación de grupos de trabajo y proyectos específicos, que sin embargo no han sido aprovechados como verdaderos foros políticos para la toma de decisión y resolución de conflictos. En suma estamos frente a un dinamismo poco pragmático.

Los vínculos a nivel de gobiernos subnacionales también se desarrollaron rápidamente, en particular en los últimos años, como resultado de las reformas mexicanas que ahora permiten que los gobiernos estatales sean más activos internacionalmente, sobre todo en cuanto a la promoción de su desarrollo.

Estos son los temas de Cooperación Internacional Descentralizada, en los que se tiene que avanzar no solo a nivel de gobiernos sino de organizaciones civiles con el respaldo de la academia. De los 32 temas suscritos con órganos gubernamentales con Norteamerica sobresale por número de convenios la Cultura (77), Turismo ( 62), Educación (51), Desarrollo Económico (46), Inversiones (42), Tecnología (26), Desarrollo Económico (23),Promoción Industrial (22), Medio Ambiente (21), Deporte (19), Negocios (13),Salud (12), Desarrollo Municipal (12), Desarrollo de Gobierno (7), Seguridad (8), Recursos Humanos (7),Agricultura (6), Desarrollo Social (5),Mercados Comunes (4), Desarrollo de Gobierno (4), y con solo dos convenios firmados en materia de Puertos Fronterizos, Pymes, Maquiladora, Planeación Urbana y con un convenio, protección civil, Procesamiento de Alimentos, Desarrollo Humano, Grupos Cívicos, Desarrollo Institucional, Organizaciones Juveniles, Becas para Jóvenes, Desarrollo de Enlaces Económicos, Actividades Productivas y Construcción.

En suma de no sumarse a la escena actores sociales y organizaciones civiles aunado al interés del sector privado como elemento detonador de los proyectos hace difícil instrumentar política públicas acertabas por lo que se requiere replantear la vecindad de América del Norte, a la luz de un pragmatismo de visión transexenal.

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