Ideas para gastar menos en Navidad

Planificar las compras. Ceñir los regalos navideños a un presupuesto. Adquirir los productos con antelación. Comparar los precios. Son algunos de los recursos para que estas fechas, en que las billeteras y las tarjetas de crédito y débito echan humo debido al consumo, no se conviertan en un pozo sin fondo de gastos.

Cada año se repite la historia al llegar la Navidad. Es el tiempo de las compras interminables y las comidas copiosas. Regalos, cenas y comidas, viajes, festejos, billetes de lotería, productos de cotillón, llamadas telefónicas, mensajes de felicitación, brindis, indumentaria y calzado para la ocasión, juguetes…

¿Quién es capaz de ahorrar en estas fechas? Parece imposible evitar un gasto excesivo durante estas semanas del año en las que los consumidores adquieren “más productos en menos tiempo”. Es la gran fiesta del consumo y el despilfarro, en la que la mayoría de la gente participa, aunque no pueda permitírselo.

No existen fórmulas mágicas para conseguir recortar los gastos en estas fechas, pero los expertos en economía familiar proponen algunos trucos para no dejarse tanto dinero en las tiendas, evitar sorpresas cuando se consulte el saldo de la cuenta bancaria, e impedir que la llamada “cuesta de enero” sea una pendiente suave y no se convierta en una subida a los Himalayas.

Busque y compare precios. Siempre es bueno buscar los precios más convenientes de un producto, pero aún más en estas fechas. Aunque no lo parezca, siempre compensa dedicar algún tiempo a comparar los precios en los diferentes establecimientos como hipermercados, supermercados, tiendas tradicionales y mercados de barrio, ya que el ahorro puede ser considerable.

Compre con antelación. Es el principal consejo de todas las organizaciones de consumidores para gastar menos dinero. La mayoría de los productos que se encarecen en las fechas navideñas, como los vinos, champanes y licores, se pueden adquirir más baratos, con semanas e incluso meses de antelación.

Haga de su congelador un aliado. Muchos de los alimentos que más suben de precio –pescados, mariscos, aves, carnes- se pueden adquirir antes de las fiestas, para congelarlos, ya que si se descongelan adecuadamente mantienen las mismas características y sabor que los frescos. Eso sí: vigile la calidad, higiene y manipulación de los alimentos que va a congelar

Ideas para gastar menos en Navidad

Haga un hueco en el menú a otras recetas. Hay opciones que no utilizan los productos típicos de Navidad y son igual de sabrosas. Con un poco de imaginación, puede planificar menús alternativos a los platos tradicionales en estas fechas, cuyos productos suelen ser los que más se encarecen.

Atienda el etiquetado y fecha de caducidad. Guarde los tickets de compra para que en el caso de que tenga un problema con lo que compran pueda hacer una reclamación y ejercer sus derechos como consumidor. Ponga mucha atención en la fecha de caducidad de los productos, ya que pueden ponerse a la venta alimentos almacenados durante largo tiempo.

Calcule lo que va a gastar. Antes de su primera visita a las tiendas es preferible tener una previsión de gastos. Puede clasificarlo todo por apartados –comida, lotería, juguetes y otros regalos, cenas- y dedicar una cantidad de dinero a cada uno.

Adquiera sólo lo necesario. Compre sólo lo que “realmente” necesita y evite así las llamadas al consumismo desaforado que caracteriza estas fechas, repletas de publicidad, la presión mediática y euforia generalizada. Vigile con atención las ofertas que a veces conducen a un mayor gasto, e intente evitar la tentación de la publicidad que inunda todos los lugares, para no caer en el sobreendeudamiento.

Huya de las prisas. La urgencia es una mala compañía la hora de comprar, puesto que puede llevarle a adquirir lo que no necesita o artículos a precios más caro de lo habitual. Lo mejor es elaborar una lista de la compra previa e intentar salirse lo menos posible de ella.

Recurra a las rebajas de última hora. Si tiene los nervios de acero puede adquirir auténticas gangas para la cena de Navidad el mismo día de Nochebuena, ya que muchos comercios se ven obligados a poner los alimentos que aún no han vendido a precios muy bajos. Puede ser arriesgado esperar a la noche del 31 para comprar, pero vale la pena.

Menos actividades fuera de casa. Algunas cenas, comidas y otras celebraciones culinarias que encarecen muchos la factura final de las fiestas, a veces son inevitables, pero otras no.

También puede lograr que su tiempo libre le salga más barato, ya que el ocio también es más caro en Navidad. Las entidades públicas de muchas ciudades programan actividades y espectáculos para grandes y pequeños a precio muy reducidos o gratuitas.

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