Hombre impaciente o Mujer Distraída
Al volante del auto nos enojamos con el modo en que manejan “los otros”: que no respetan las normas, que no usan las luces, que van muy rápido o van muy lento. Y que si la visión es de los conductoras masculinos sobre las damas al volante, o viceversa?
Un reciente estudio llevado a cabo una compañía de seguros de autos ha revelado que mientras la mitad de mujeres creen que no son irritables, pero el 90% de ellas no comparte aquel sentimiento cuando tienen se refieren a conductores masculinos y sus irritantes hábitos.
Para el caso, se entiende no ser irritable considerar que nuestro estilo de manejo no causa molestias (o no debería causarlas) a otros conductores. Y reconocer cuales son las conductas que si nos irritan. El estudio de los especialistas que encuestó tanto a hombres como a mujeres, para averiguar que los irrita más sobre otros usuarios y pasajeros arrojó los siguientes resultados: el 31 % de mujeres piensa que los hombres tiene el hábito más irritante que es conducir en forma apresurada, impaciente y por encima de la velocidad aconsejable.
Otro 30% de mujeres encuestadas piensa que otro hábito irritante en los hombres al volante es que pierden la compostura su carácter. Contrariamente el 29% de los hombres piensa que las mujeres carecen de cortesía frente a los otros conductores e incluso los peatones.
El director administrativo de la compañía de seguros Diamond, Sian Lewis, dijo, “el viejo estereotipo que los hombres siempre critican a la mujer sobre la conducción, se han visto reflejados en estos resultados, y que las mujeres se irritan con mayor facilidad que los hombres. Sin embargo, los resultados muestran algo que no es una sorpresa, los hombres piensan que ellos tienen hábitos menos irritantes que las mujeres”.
Diamiond fue la primera compañía que se especializó en confeccionar pólizas de seguro especialmente concebidas para conductores de autos de sexo femenino en 1997. Estos seguros son más económicos debido a que,
¡sor-presa!, las mujeres en promedio tienen menos accidentes que los hombres.
¿Y qué pasa cuando tanto el hombre como la mujer están en el mismo auto? Cuando son pasajeros, los hombres, con sus indicaciones, irritan a dos terceras partes de mujeres. De aquellos, el 35% de mujeres se ponen nerviosas cuando los hombres critican su estilo de manejo y el 17% no puede soportar cuando el hombre, desde el asiento del acompañante, trata de darles direcciones cuando ellas ya saben a donde van.
Lo más curioso es que cuando los hombres al volante son cuestionados por mujeres, estos terminaron irritándose más que las mujeres. Y en algo los dos géneros coinciden: a ninguno le gusta que le cambien la posición de los asientos, las cosas del lugar, los espejos, la regulación de la climatización y menos aún que les cambien las estaciones de radio o la selección de música.
Al final en algo coincidimos hombres y mujeres: ¡no te metas con mi auto.