
Hispanas Asisten más a la Universidad
Que la mujer rinde más que el hombre es para muchos una vieja sospecha que los resultados académicos han venido ahora a convertir en una realidad. Miles de mujeres recogen en estos días sus diplomas en las universidades de Estados Unidos. Allí el sexo femenino supera al masculino en numero de graduaciones, en particular en lo que atañe a las hispanas.
Cada vez estudian más
Los últimos datos oficiales no admiten discusión: alrededor de 1,4 millones de estudiantes lograron una licenciatura (bachelor degree) en 2004 y casi 811,000 de ellos eran mujeres, según ha publicado la National Science Foundation (NSF) en diciembre pasado.
El avance de las hispanas es considerablemente notable y en 2004 se licenciaron casi 65,000 latinas -frente a unos 40,000 hispanos- muy por encima de las 38,000 féminas que recibieron su diploma en 1995.
Si hiciéramos un “zoom” imaginario y buceáramos entre esas u otras cifras similares, descubriríamos numerosas historias de esfuerzo denodado y de superación hasta alcanzar esa meta.
Es el caso de Irene González Román, de raíces puertorriqueñas y madre de tres hijos, quién a pesar de recibir en 2002 un diagnóstico de cáncer de tiroides, no dejó sus estudios de Inglés. Ella estuvo entre los alrededor de 2,000 graduados que recibieron su diploma en Queens College.
Fuerza y Coraje
González Román ha subrayado que ese centro, su familia y su trabajo en una escuela de Brooklyn le dieron la fuerza y el coraje necesarios para superar los graves problemas de salud sufridos en los últimos años. Incluso que a pesar de esto no perdió más de cinco días de clases o de trabajo.
Hace unos días se graduó Marilyn Zapata quien explicó que se siente satisfecha de cumplir ese objetivo aunque va a echar de menos a los profesores de Queens College y la emoción de aprender nuevas cosas.
“Mi pensamiento ha estado en los 36 años que me ha llevado lograr mi sueño, tener la licenciatura”, afirmó y agregó que ya piensa en conseguir en un futuro el doctorado en Neuropsicología. Y sueña con dedicarse a la enseñanza y a la investigación en ese campo.
Retratos de valor y coraje
Zapata interrumpió sus estudios en los 70. En ese momento tenía la responsabilidad de cuidar a su hijo recién nacido y las penurias derivadas de la ruptura de su matrimonio con un ecuatoriano. Esto la llevó a depender por momentos de la asistencia pública.
Jennifer Cruz acaba de cumplir 22 años. A esta misma edad también se graduó en Psicología en ese mismo centro universitario neoyorquino.
Los problemas en el hogar familiar la llevaron a buscar refugio temporal durante su primer año de universidad en casa de una amiga. Habría acabado en un centro para personas sin techo de no ser por una tía que le ofreció dormir en su casa, sobre un sofá.
A pesar de combinar varios trabajos y de la angustia de tener que reunir cada mes dinero para poder alquilar un lugar en que vivir, Cruz logró mantener sus estudios a flote y conservar la beca que le permitía avanzar en su carrera.
“Mi madre, Nellie, me dice que puedo hacer cualquier cosa que yo quiera”, comentó poco antes de su graduación y explicó que quiere seguir trabajando con niños que han sufrido abusos en el hogar.
James Muyskens, presidente de Queens College, declaró que las historias de Irene, Marilyn y Jennifer son “retratos auténticos de coraje”.
La vida por el diploma
“Conseguir un diploma universitario significaba tanto para ellas que perseveraron a pesar de obstáculos que habrían vencido a muchos de nosotros. Estamos muy orgullosos de ellas, que personifican el poder que tiene la educación para cambiar vidas”, agregó.
Todas ellas coinciden en que el esfuerzo ha valido la pena y en su deseo de trabajar en campos donde pueden ayudar a otros en su educación o a caminar por la vida.
“Mi mensaje para los jóvenes es que la educación es la llave para convertir cualquier sueño o ambición profesional en una realidad”, recalcó Zapata.