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Fabricación del jabón casero

Para hacer un jabón hay que tener curiosidad y creatividad, explica Dina Rodríguez, joven empresaria que creó su propia línea de productos para el aseo.

“El proceso es muy sencillo, pero para crear algo que sea único hace falta la inventiva”, dice Dina. “El jabón es como un lienzo y uno lo decora con la paleta de colores que quiera. Hacerlos es pensar en algo muy personal, en que alguien se tomará el tiempo para consentirse, para que su aseo sea algo placentero y diferente al acostumbrado”.

Fabricar su propio jabón es fácil y divertido. Muchos de los ingredientes se consiguen en farmacias especializadas o lugares donde vendan productos para laboratorio.

En general, el único peligro que se corre (además de no seguir el procedimiento correcto y echar a perder todo) es que el jabón caliente pueda ocasionar una quemadura, por ello hay que tener precaución al derretirlo y verterlo.

Aquí mostramos la técnica más sencilla para hacer un jabón de glicerina.

Materiales

Tabla de Madera

Espátula con mango

Atomizador

Plástico auto adherible

Palito o cuchara de madera

Colorante líquido (grado cosmético)

Fragancias

Jabón de glicerina transparente

Jabón de glicerina opaco

Charola para hacer jabones, moldes.

Procedimiento

1.Funde la base: Picar el jabón en cuadritos muy pequeños (entre más pequeños, más rápido se deshace). Poner en una taza medidora los pedacitos de jabón. El jabón se funde a 65°C, y se puede lograr en:

• Microondas: 1 taza tardará aprox. 30 segundos. Si no se deshace completamente, probar con intervalos de 15 segundos hasta que esté derretida. Se recomiendan ese tiempo para que el jabón no hierva y pierda su transparencia.

• A baño maría en bolsa para fundir: este proceso es mucho más lento pero también es posible.

• A fuego directo: poner el jabón a fuego lento, pero cuidando que no hierva.

La clave para un buen jabón es calentarlo justo hasta que se funda. Nunca dejes que tu base de jabón supere temperaturas de 60-65ºC (puedes utilizar un termómetro de líquidos hasta que le cojas “el punto”). Nunca dejes que la base de jabón hierva; perderá toda la humedad.

2.Añade la esencia: Una vez retirado del fuego, es preferible añadir la esencia antes del color pues todas las esencias, en mayor o menor grado, tiñen ligeramente la base. De esa manera, cuando se incorpore el color vas a tener una idea exacta del tono final. Se puede añadir cualquier fragancia: miel, vainilla, menta, naranja, lavanda. Si la esencia que utilizas es específica para jabón, la cantidad aproximada es de una cucharadita por cada 250 gramos de base de jabón (un 2% de esencia).

3.Un poco de color: Puedes utilizar casi cualquier cosa para colorear tu jabón. Los colorantes para alimentos funcionan, pero tienden a perderse con el tiempo. Hay muchos tipos de colorantes, los mejores son unos geles estables a la luz, porque no se decoloran. Añade la sustancia gota por gota, pero ten en cuenta que un exceso de colorante, aparte de un desperdicio, ocasiona espuma coloreada que manchará a la hora de usarlo.

4.Mejore el jabón: Puedes incorporar diferentes aceites, para una pastilla más hidratante. Algunos que le van bien son el aceite de almendras dulces, aceite de germen de trigo (vitamina E) y manteca de mango. Nunca añadas más de una cucharada sopera por cada 500 gramos de base de jabón. Demasiada cantidad de aditivo hará que el jabón salga blando y húmedo en exceso, por lo que no cuajará bien.

5.Verter: Puedes usar casi cualquier cosa que tengas en la cocina como molde (una lata de atún, un cortador de galletas, un recipiente de plástico, una taza). Cuando hayas vertido el jabón en el molde, pueden formarse burbujas de aire en la superficie. Para esto es útil un bote pulverizador con alcohol rebajado (alcohol de fricciones inodoro, de 85º). Con un solo pulverizador y las burbujas desaparecen instantáneamente.

En esta fase es cuando se puede hacer uso de la creatividad, ya que se pueden agregar flores, hojas y frutos secos, rajas de canela, jabones más pequeños, lo que sea.

6.Desmoldado: Se debe embarrar el molde con una ligerísima capa de aceite de maíz o de vaselina líquida para evitar que se pegue el jabón y cueste trabajo desmoldar la pastilla. Cinco minutos en el congelador y un poco de agua caliente en la parte exterior del molde ayudan para desmoldar el jabón.

7.Listo: El jabón está listo para su uso. Si no se va a utilizar de inmediato es recomendable envolverlo en plástico transparente adherible, para evitar que se deshidrate.

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