Explorándote

Cindy A. Mendoza

Medel

Hoy en día, la autoexploración es una práctica que debería ser más común entre las mujeres. Según la Fundación Cima, una de las causas principales que propician el cáncer es pensar “esto no me va a pasar a mí”, esta frase, creada por miedo o desinformación, puede ocasionar que no estemos al pendiente de nuestra salud.

A pesar de que las estadísticas nos digan que son las mujeres adultas las más susceptibles de padecer cáncer, la prevención para las jóvenes es muy importante. De acuerdo al Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI), una de cada trece mujeres es afectada por el cáncer de mama; es por esto que es básico que conozcas tu cuerpo y estés alerta cuando notes algún cambio en tus senos.

Los factores de riesgo para las mujeres menores de 20 años son: tener un familiar que haya sufrido cáncer de mama, en especial madre o hermana, la obesidad y haber comenzado a menstruar antes de los 12 años.

A pesar de que aún no es posible la oportunidad de tener una vacuna o cualquier tratamiento que prevenga el cáncer de mama, si podemos tomar algunas acciones para que sea menos probable que en un futuro, aparezca esta enfermedad, éstas son:

No fumar.

Hacer ejercicio.

Tener buenos hábitos alimenticios.

Hacer una autoexploración mensual.

Ésta última sirve antes que nada, para que conozcas a la perfección tu cuerpo y de inmediato, sepas cuando hay algo extraño en tus senos. Si te da pena o miedo no te preocupes, es un proceso facilísimo. Sólo trata de relajarte; recuerda que es tu cuerpo y que no hay nada de vergonzoso en que te veas y te revises. Piensa que es mejor vencer el temor de encontrar algo extraño o la pena de mirarte al espejo, para evitar que en un futuro tengas una enfermedad que aunque curable, tiene consecuencias que ninguna mujer debería de vivir.

La revisión no es nada complicada, al contrario. Basta con que revises tus senos una vez al mes, dos días después de que tu periodo haya finalizado (esto, para que el área esté menos sensible).

Primero, con el torso desnudo, obsérvate al espejo, pon los brazos en la cabeza y luego, en la cintura, para que puedas notar cualquier bolita o algún cambio en el color de la piel. Después, pon una mano detrás de la nuca y con la otra, toca y oprime tus senos haciendo movimientos circulares y verticales, así sabrás más fácilmente si hay alguna irregularidad que no hayas notado a simple vista.

Por último, acostada, pon una toalla o almohada abajo de tus hombros. Haz todos los movimientos que hiciste parada para que la exploración esté completa. Si notas algún cambio extraño, no lo pienses dos veces, háblalo con tu mamá o alguna persona de confianza y acude al doctor.

La belleza se lleva tanto por dentro como por fuera. ¿Qué mejor forma de quererte que cuidando tu salud? Así, que anímate a realizarte la autoexploración, recuerda que tu cuerpo y tu salud son importantes para vivir al máximo, sentirte bien y ser feliz.

Más información:

www.fundacióncima.org.mx

“Somos buenos,

seamos mejores”.

www.sermexico.org.mx

bojorge@mexicounido.org.mx

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