Evitando el Problema de “La Juvenil”

Evitando el Problema de “La Juvenil”

Pláticas Entre Padres

A veces me he preguntado, ¿qué tal si mi madre o mi padre no se hubiera interesado en ayudarme en mis tareas escolares? ¿Qué tal si ninguna maestra no se hubiera interesado? Con toda la furia, frustración, y rechazo que yo sentía de parte de mis compañeros, lo más probable es que me hubiera metido en problemas. En primer lugar, con mis compañeros en el colegio, con las maestras, con el director del colegio, y finalmente con la ley. Ahí mismo en el baño, donde me matoneaban (bullying) mis compañeros, creo que no hubiera tolerado y finalmente me hubiera agarrado a golpes con ellos. Luego a destruir la propiedad escolar (sillas, ventanas, pizarras, pintar los pasillos), y quién sabe si hubiera ido a mayores con otros niveles de violencia.
Durante mis muchos años de intérprete en los tribunales, vi el problema de los padres y los niños con “La Juvenil”. Este es el centro carcelario para menores de edad. Caer en ese sistema es una de las peores cosas que le puede pasar a una familia – sea hispana o de cualquier idioma o cultura. Recuerdo muchas de las entrevistas de los abogados con los juveniles acusados de algún delito. Esta es una. “Y, ¿por qué no vas a la escuela?” “Gotta work & hussle man, that’s why” (tengo que chambear y andar en mis tranzas). El abogado le siguió la corriente… “Y, ¿en que chambeas?” “Hey dude, too many questions. Let’s just say I’m in the delivery business” (“Oye güey, muchas preguntas. Digamos que estoy en el negocio de entregas”). “Really? What’s your delivery fee?” “Digamos que gano cien bolas for cada bolsita de esos polvos. Es más que mi viejo gana todo el día chambeando en los campos todo el día. ¡Sí, y más que él y mi jefa juntos, ja, ja, ja!”). “Y, ¿cuántas entregas haces al día?” “Hmm… dos o tres. I make good dough now, why should I go to school, ha, ha ha?” (“Ya gano buena feria, ¿por qué ir a la escuela, ja, ja, ja?). “Pero ahora te van a meter en la juvenil. No vas a poder chambear”. “That’s cool man. I know how it works. They’ll just slap my hands. I’ll be out in a couple weeks, ha, ha ha.” (Está suave güey. Yo sé lo que pasa. Apenas me darán palmaditas en las manos. En un par de semanas me van a soltar, ja, ja, ha.” El abogado continuó. Estaba acostumbrado a estas conversaciones. “Do you know that most kids in your business end up in State prison?” (“¿Sabes que la mayoría de chavos en tu negocio llegan a parar en la pinta?” El niño de 13 años no tardó en responder: “Sí, pero si matas a alguien antes de llegar ahí, te van a dar mucho respeto…”. Difícil pensar que ese chico tan sólo unos pocos años atrás había estado en una pre-escolar, cantando y jugando inocentemente con otros niños. LA PRÓXIMA SEMANA: LO QUE EL CHICO DIJO DE SUS PADRES…
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