
Espíritu universitario en peligro
La universidad es conocida por ser el lugar donde una persona intelectual respira “aire libre”. Las presiones ideológicas o políticas normalmente se desvanecen y el autoritarismo del Estado normalmente no logra atravesar el cerco del recinto universitario.
Por un instante, lo anterior no sucedió en la Universidad de California, Irvine (UCI), donde se espera inaugurar una facultad de derecho en los próximos años. Su rector, Michael Drake, actuó de manera cuestionable al rescindir el contrato de Erwin Chemerinsky, uno de los juristas más reconocidos del país y quién iba a ser el flamante decano de esa facultad.
A estás alturas no se sabe quién o quienes fueron los actores principales que trataron de bloquear el nombramiento Chemerinsky. Lo cierto es que el rector sintió en carne propia la presión de estos grupos de interés o de individuos poderosos, y estuvo muy cerca de crear un ambiente hostil en pleno centro universitario.
Inicialmente Chemerinsky fue contratado por Drake el 16 de Agosto. Cómo si el espíritu putrefacto de Al Qaida estuviera dictando el itinerario del rector, el 11 de Septiembre viajó a Norte de Carolina, donde el jurista dicta cátedra de derecho constitucional en la Universidad de Duke, para informarle que estaba rescindiendo su contrato. El rector de UCI sostuvo que los antecedentes académicos de Chemerinsky [en mis propias palabras] eran intachables y que su inclinación política, sin embargo, dejaba mucho que desear.
Difícilmente se sabrán los motivos que incitaron a Drake a tomar dicha decisión. Empero se especula que hubo presión por parte de algunos miembros de la mesa directiva del Sistema Universitario de California. No les gustó el progresismo del jurista.
Chemerinsky nunca ha escondido su apego al liberalismo político y social. Por el contrario, le encanta hacerlos relucir. En sus artículos de Op-Ed que publica semanalmente en algunos periódicos nacionales, Chemerinsky ha expresado su desapruebo a la intromisión de la religión en la vida pública del individuo. Es decir defiende la división de la Iglesia y el Estado. En este sentido, tomó parte de un equipo de abogados en Texas para exigir al gobierno que remueva de un edificio público una plaqueta alusiva a los diez mandamientos. Asimismo, es conocido por defender el derecho individual de la mujer al aborto.
Por otra parte, se especula que la presión sobre Drake vino de una elite económica conservadora del Condado de Orange. Uno de esos personajes puntales contra el nombramiento de Chemerinsky se cree que fue el multimillonario Donald Bren, quién recientemente donó a UCI alrededor de 20 millones de dólares. La única condición de su acto filantrópico fue que la facultad de derecho lleve su nombre. Muchas personas piensan que Bren ha estado incidiendo en la conducta de Drake.
Sea lo sea, o sea quien sea, la maniobra de encerrar a UCI dentro de un manto conservador y de represión académica no funcionó. Estudiantes, profesores y el personal administrativo se reunieron y criticaron arduamente al rector Drake. Las críticas de esta gente no fueron tanto a la decisión de rescindir el contrato de Chemerinsky, sino al atentado contra las libertades fundamentales de la universidad.
La universidad no puede caer presa de la duplicidad de unos cuantos ideólogos conservadores o liberales. La universidad es la base de nuestro léxico de libertades individuales y colectivas. En las aulas de UCI se forman a los próximos líderes de la comunidad, de los estados y en algunos casos del país. En este recinto se dan la mano los liberales, conservadores, radicales, ultraconservadores, religiosos, no religiosos, etc. La solidaridad y entendimiento es lo que prima en sus edificios.
Ponerle un bloque a esté cúmulo de libertades a través de la imposición y el autoritarismo perjudica directamente la enseñanza de los alumnos.
En consecuencia, el 17 de Septiembre, el rector Drake anunció nuevamente que Chemerinsky será el decano de la facultad de derecho.
Así, el problema queda aparentemente resuelto. Sin embargo, los problemas de Drake apenas acaban de empezar. Su futuro como rector se mantiene sobre un péndulo desbaratado por la crítica y es probable que no alcance a celebrar el Día del Pavo con sus alumnos.
Dr. Humberto Caspa es Profesor adjunto en la Universidad Estatal de California Long Beach. E-mail: hcletters@yahoo.com