Escasez de intérpretes en hospitales

Cerca de 1.1 millones de pacientes de California pagan por un servicio privado de salud pero tienen problemas para comunicarse con sus médicos al no hablar bien el inglés, según estadísticas del Departamento de Salud de California.

Peligro por no saber inglés

Para paliar esta situación, los legisladores del estado determinaron hace cuatro años que estos pacientes que hablan muy poco inglés deberían recibir de sus proveedores de seguro médico la ayuda de intérpretes y de materiales traducidos para evitar casos como el de Sara Martínez.

Martínez supo que tenía diabetes a finales de 2006. Además de lo inesperado de la noticia para una mujer de 28 años, su enfermedad le trajo un problema adicional a esta salvadoreña, residente en Los Ángeles: Su escaso inglés no le permitía entender las instrucciones del médico ni explicarle sus dolencias.

“Era todo muy frustrante. Acababa de enterarme de que sufría una enfermedad grave -que causó la muerte de mi abuela- pero no entendía las explicaciones del médico y mucho menos lograba transmitirle lo que yo sentía”, explicó Martínez.

Explicaciones claras

Las cosas eran más fáciles cuando en la consulta coincidía una enfermera bilingüe de origen mexicano, agregó Martínez. “Ella servía de intérprete, me explicaba las instrucciones del médico y le traducía al doctor lo que yo decía”.

No obstante, cuando el turno de la enfermera-traductora no coincidía con sus citas, la relación médico-paciente se complicaba.

“El doctor me hablaba y yo sólo le miraba, sintiendo la angustia de no saber qué me estaba diciendo. Y tampoco podía explicarle cómo me sentía por la enfermedad y menos responderle lo que me preguntaba. Era una consulta por señas”, señala Martínez.

Multas en camino

La reglamentación estableció un límite de tiempo para presentar un plan de acciones de los proveedores privados de seguro de salud para cumplir con la legislación, que se vence a mediados de 2008.

Las multas por no cumplir con la presentación de los planes comenzarán en 2009.

Blue Cross de California, el mayor proveedor privado de seguros médicos del estado, señaló en un comunicado que su costo para cumplir con las regulaciones sobre pacientes con inglés limitado llegará a cerca de $20 millones de dólares.

Surgen promesas de cambio

Otros proveedores privados de salud en el estado no han anunciado oficialmente una cifra de sus costos estimados, aunque manifiestan que están trabajando para cumplir con las regulaciones.

Los planes deben incluir un perfil demográfico de sus afiliados, una lista de los servicios que ofrecerán a las personas con inglés limitado y un sistema de entrenamiento para los empleados sobre cómo atender llamadas en idiomas diferentes al inglés.

La legislación exige que los proveedores privados de seguro médico ofrezcan los servicios de un intérprete, ya sea en persona o por teléfono, para las citas médicas de estos pacientes así como para quienes llamen a los servicios de “atención al cliente”.

Recetas en su idioma

Con la nueva reglamentación, los pacientes con inglés limitado deben recibir documentos médicos vitales, incluidas recetas y facturas, en su lenguaje nativo.

Otros materiales no considerados vitales, como volantes promocionales pueden ser producidos en inglés pero deberán ser traducidos antes de 21 días, si el paciente lo solicita.

Según el doctor David Duke, médico internista de Los Angeles, que atiende pacientes hispanos de varias compañías proveedoras de seguros médicos de California, su problema de comunicación se resolvió desde hace más de 10 años cuando decidió “contratar enfermeras y auxiliares bilingües”.

“Pago un poco más por los salarios, pero recibo un servicio muy eficiente, y es menos costoso que si tuviera que contratar intérpretes”, afirma el doctor Duke.

Enfermeras en aprietos

Sin embargo, el recurso -que es efectivo para el médico en su consulta privada- no funciona tan fácilmente cuando se trata de proveedores de salud.

“Somos enfermeras, eso fue lo que estudiamos y eso certifica nuestra licencia”, dijo una enfermera de Kaiser Permanente que no quiso ser identificada.

“No estudiamos traducción simultánea, ni eso forma parte de nuestras asignaciones de trabajo. Si un cardiólogo remite a un paciente con problemas de riñón a otro especialista, ¿por qué tenemos nosotros que realizar un trabajo que no nos corresponde y por el cual no nos pagan?”, se preguntó la enfermera.

Los hospitales de California y los planes públicos de salud como Medi-Cal están obligados actualmente a ofrecer servicio de intérpretes y documentos traducidos.

Las nuevas regulaciones establecen multas de diez mil dólares o más para aquellas compañías que no cumplan con los requerimientos.

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