¿Es cierto que la inteligencia se hereda de la madre?

¿Es cierto que la inteligencia se hereda de la madre?

Existen varias teorías científicas que defienden que la inteligencia se hereda de la madre a través de sus genes, pero ¿podemos afirmarlo con rotundidad?

Aunque hay teorías (debajo de estas líneas tienes una infografía que las explica) que defienden que la inteligencia es genética y que se hereda de la madre, estas afirmaciones no están tan claras. Y la razón es muy simple: la inteligencia es un constructo muy complejo que depende de muchos aspectos: un gen, por sí solo, no explica nada, y mucho menos puede determinar el CI (Coeficiente Intelectual) de una persona.
Por ejemplo, imaginemos, podríamos tener el gen de ser altos, pero si no nos alimentan bien durante el embarazo, lactancia e infancia, es muy probable que seamos bajitos. Aunque tengamos el gen, no se expresará. Por lo tanto, el entorno siempre es importante y, a veces, determinante en la expresión de los genes.

LA INTELIGENCIA NO
ES SOLO GENÉTICA
El componente genético de la inteligencia es innegable, aunque no es el único aspecto que la compone, y ni siquiera sabemos si es el más importante o el más determinante. Como hemos comentado, el ambiente juega un factor determinante en la expresión génica de cualquier característica, pero sobre todo de aquellas que son complejas y que dependen de muchos genes y de sus interacciones. En estos casos, el peso genético suele ser menor y la influencia del ambiente mayor.

FACTORES AMBIENTALES
QUE DETERMINAN
LA INTELIGENCIA DE TU HIJO
1. La estimulación sensorial o del entorno. Vivir en un entorno rico de estímulos: lleno de colores, juegos, libros, actividades… ayuda al desarrollo intelectual del niño. Aspectos como el nivel cultural de los padres, el tipo de vocabulario y conversación que se utiliza en casa y, por supuesto, la estabilidad emocional en el hogar también son factores determinantes. Los niños que viven en situaciones de pobreza, carentes de estímulos, o en familias desestructuradas, donde las relaciones adulto-niño son anormales, con los roles de padre y madre desdibujados o deteriorados, pueden ver afectado el desarrollo de sus capacidades intelectuales.
2. El afecto. Otro aspecto de suma importancia para el desarrollo del cerebro de los niños y su inteligencia, es la relación afectiva que establecen con los padres, y muy especialmente con la madre. Investigaciones de la Universidad de Minnesota, observaron que los niños que desarrollaban un apego seguro con las madres, eran más perseverantes y sentían menos frustración ante los problemas. En otro estudio de la Universidad de Washington vieron que el amor de las madres y el apego seguro estaba asociado con el crecimiento de algunas partes del cerebro, como el hipocampo (relacionado con la memoria, el aprendizaje y respuesta al estrés). El apego brinda a los niños la seguridad necesaria para explorar el entorno y para probar a resolver problemas sin desanimarse.
3. La nutrición. Es un hecho ampliamente conocido, que la desnutrición durante los primeros años de vida afecta a las capacidades intelectuales de los niños. Tener una alimentación adecuada, rica en nutrientes, ayuda a un adecuado desarrollo intelectual.

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