Enséñales a apreciar el arte
Capacidad de observación, despertar habilidades creativas y fortalecer la autoestima son algunos de los beneficios que pueden desarrollar los pequeños cuando papá se preocupa por llevarlos a un taller de lectura, un concierto de música clásica, una exposición pictórica… quién sabe, tal vez tenga en casa a un gran escritor, a una gran pintora o escultora en ciernes.
Las ventajas de la educación artística son muchas, por eso es fundamental que se les inculque el gusto y la sensibilidad por esta disciplina, indica la psicóloga Piedad Aladro, especialista en terapia familiar.
Eso sí, es fundamental que los menores lo vean como una actividad lúdica o recreativa, y no como una obligación escolar o actividad estresante.
“El gusto por el arte es una excelente oportunidad para incentivar el proceso de maduración intelectual en el menor y propiciar la convivencia familiar”, agrega la también académica.
Arte para pensar
Una opción recomendable para convivir con los hijos y de manera simultánea despertar el gusto por el arte en ellos son los cursos o talleres de sensibilización artística, pues muchos de éstos ofrecen la oportunidad de percibir experiencias y sensaciones que los menores antes ignoraban, además de que les ayudan a desarrollar habilidades o talentos, los cuales, de otra forma, difícilmente se podrían detectar.
“Sensibilizar a los hijos en las diversas expresiones artísticas es una parte importante de su crecimiento y desarrollo cerebral, pues está comprobado, según estudios científicos y pedagógicos que este tipo de actividades ayudan a fortalecer el aprendizaje escolar, las habilidades no verbales, al tiempo de que se facilita el espíritu creativo, ya que el niño comenzará a ver el mundo de una manera distinta y constructiva”, afirma Aladro.
Por esa razón, la psicóloga señala que es importante que los padres le den la misma importancia al acceso del arte en sus hijos como se le dan a otro tipo de actividades, considerando únicamente que, durante este tipo de dinámicas, el trabajo sea mucho más flexible.
Esto es, que el niño no esté pensando que lo que hace es una extensión de las actividades escolares, sino más bien, una nueva forma de jugar, de interactuar y de manifestarse con otro tipo de expresiones que está apenas descubriendo y con las que está experimentando.
“Actualmente los papás se preocupan porque el niño no presente Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, porque haga deporte, aprenda matemáticas, español, civismo, pero casi nadie atiende el hecho de que el menor también debe recibir una educación artística, que sepa que el arte es libertad, que está en todos lados y del cual puede sacar provecho, no sólo para mejorar su manera de ver el mundo, sino para fortalecer su formación como un ser humano sensible y creativo”, concluye la experta.
De gira artística
Acude a lugares que ofrecen talleres de sensibilización artística en instalaciones adecuadas y con personal debidamente capacitado.